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11 signos de que estás a punto de engañar a tu mujer

Las cosas ya no son lo que eran. Sientes unas extrañas cosquillas en tu interior. Aprende a reconocer los signos que preanuncian que serás infiel a tu pareja…

A la hora del engaño, sin dudas, los hombres somos los reyes, mentimos en los juegos de naipes, mentimos en las declaraciones impositivas, y con frecuencia, mentimos a nuestras parejas.

Distintos estudios concuerdan al señalar que entre el 50% y el 60% de los hombres se involucrará en una relación extramatrimonial en algún punto de sus vidas, las razones para que ocurra esto son varias, no obstante los signos de la propensión a la infidelidad son siempre los mismos.

A continuación, conocerás tu propio potencial de serle infiel a tu mujer.

· Creas una red de excusas e historias

Eras tímido y silencioso, ahora te has convertido en un charlatán de primera línea. Nunca sales de casa sin una coartada, y constantemente estás mintiendo acerca de las mujeres con las que compartes tu tiempo, todavía no has hecho nada malo, pero claramente te estás preparando para el día en que te animes a hacerlo.

· Te sientes atrapado

Te sientes como un ave enjaulada, y ni siquiera estás seguro de cómo llegaste a este punto. En un momento estabas arrancando felizmente moras silvestres de los árboles, y al siguiente te encuentras encerrado en un espacio de cinco metros cuadrados detrás de un vidrio blindado, y lo peor de todo es que cientos de niños en edad escolar te observan a diario en sus excursiones.

Eres como un animal en cautiverio, que añora su falta de libertad y se muere por volver a la vida en estado salvaje, posiblemente te encuentres asustado, y decidas permanecer con tu pareja, pero ella es la última persona en este mundo con quien quisieras tener sexo.

· Ya no condenas a tus amigos infieles

Eso de emitir juicios es cosa del pasado, en lugar de condenar a tus amigos por ser infieles a sus parejas, encuentras razones para simpatizar con sus causas, y vaya que simpatizas.

Seguro, tu mejor amigo puede estar teniendo una aventura, pero su novia no parece tan infeliz cuando él le hace esos hermosos y costosos regalos.

· Entablas relaciones con otras mujeres

Parecía que el único momento en que abrías la boca era para gritar los goles de tu equipo en los partidos de fútbol del domingo por la tarde, ahora, de buenas a primeras, no puedes cerrar tu bocota.

Te encuentras regalando sonrisas y simpatía a cuanta mujer se cruza en tu camino, y a todas les haces saber de tu relación a punto de romperse.

Déjame avisarte algo: las mujeres se tragan este cuentito más rápido que una bolsa chica de patatas fritas, una vez que te encuentres lloriqueando por lo mal que está tu relación y ella haya bebido un par de tequilas, entonces ya no tendrás forma de volver al buen camino.

· La existencia de tu novia es un secreto

Cuando hablas con otras mujeres, evitas mencionar la existencia de tu novia, y si te preguntan, mientes y dices que no tienes.

Disfrutas recibiendo la atención de esas mujeres y por nada en el mundo quieres que la conversación llegue al punto que debas admitir que duermes con una mujer de 140 kilos que cada vez se parece más a su madre — ignorarás su existencia también si es flaca, bonita, y de grandes curvas—.

· Tienes pensamientos sexuales con otras mujeres

Es hora de reconocerlo: si estás vivo y respiras, y comes carnes rojas, y te gusta mirar el noticiario deportivo por las noches, entonces es posible que te entretengas pensando en cómo serían tus relaciones con otras mujeres, y todos sabemos cómo funcionan estas cosas: una vez que tu mente a empezado a trabajar, tu amigo juguetón no tardará en querer seguirla.

De hecho, podrías descubrir que eres incapaz de tener una erección con tu pareja a no ser que imagines que se trata de otra persona.

  • Das a entender a tu novia que la infidelidad no es tan mala

Al relajar tu código de normas morales, esperas que tu pareja sea más comprensiva, si eventualmente, te descubre haciendo travesuras con la empleada doméstica.

Durante este período, sugieres incorporar una tercera persona a la cama, le dices que la monogamia es una vía que va contra las leyes de la naturaleza, y que en pocos años dejará de existir.

· Buscas excitación en cualquier otra parte

Cada vez con mayor frecuencia visitas esos clubes de desnudistas y esas páginas Web con mujeres que se desnudan en tiempo real, el verdadero problema, desde luego, es que ya no te sientes excitado por tu pareja.

Tal vez, perdieron la espontaneidad que tenían al principio de la relación, o en una de esas tienes miedo que una de las tiras del portaligas se suelte y te dé en el ojo.

Cualquiera sea la razón, en esas raras ocasiones en que todavía tienen sexo, te encuentras acelerando las acciones —prácticamente salteas el jugueteo previo— para terminar lo más rápido posible.

Me olvidaba: hace siglos que no pruebas una nueva posición, de hecho, tu catálogo se resume a un par de posiciones.

· Observas los avisos de escorts y te suscribes a sitios Web para adultos

Comienzas a buscar mujeres disponibles para pasar un buen rato; mujeres que todavía sean capaces de impresionarte, estas mujeres pueden ser menos atractivas que la tuya, pero al menos tendrán ese aroma a novedad que tanto te atrae, después de todo, no estás buscando formar una nueva pareja, sino un poco de diversión sin compromisos.

· Abordas a las mujeres y consigues números telefónicos

A menudo te encuentras recorriendo clubes y bares para dar rienda suelta a tus antiguas tácticas de conquista, enciendes una vez más tu encanto, y de tu boca vuelven a salir aquellas frases que tanto beneficio te han dado en el pasado.

Existe la posibilidad de que incluso tengas más éxito que en el pasado, dado que ahora tienes la seguridad de una relación segura aguardando en casa, y toda la confianza y la seguridad que ésta te proporcionan.

· Buscas oportunidades de conocer nuevas mujeres

Te inscribes en clases de salsa y de cocina, y nadie te obliga a hacerlo. Tal vez, encuentras motivos para trabajar hasta tarde y corroborar números con esa atractiva (y ligeramente descocada) pasante, tal vez te has convertido en el único integrante hombre del club del libro feminista. El punto es que comienzas a hacer tu juego en forma más agresiva.

Piensa antes de actuar

¿Estos signos te resultan familiares? Estos cambios repentinos y acumulativos en tu personalidad, en tus palabras, y en tus acciones pueden ser señales de que planeas arrojarte a los brazos de otra mujer.

No obstante, antes de hacerlo, reacuerda que cualquier relación que valga la pena puede ser salvada mediante comunicación abierta y sincera, y que las aventuras, si bien pueden resultar tentadoras, tienen el potencial de explotar en tu cara.

Después de todo, una vez que la confianza se pierde, puede ser imposible volver a recobrarla por completo, en consecuencia, procede con cautela antes de tirarlo todo por la borda.

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