El lifting, procedimiento también conocido como estiramiento facial o
ritidectomía, conjuga una serie de técnicas que consisten en volver a colocar
los tejidos en la forma en que el paciente los tenía con anterioridad.
Se hace una reubicación de la piel y asimismo se extirpan áreas de grasa que
fueron seleccionadas previamente. Este método puede llegar a rejuvenecer entre 7
y 8 años.
Previamente a la operación, es necesaria una evaluación general del
paciente a través de exámenes de laboratorio, electrocardiograma y radiografía
de tórax.
En la intervención, que dura aproximadamente tres horas y puede llevar tanto
anestesia local como general, se realiza un estiramiento de la piel hacia atrás.
Los cortes se realizan debajo del pelo, en las regiones lateral y superior de la
cabeza, sobre el borde anterior de la oreja y en la parte posterior. Mediante
estos cortes se obtiene el estiramiento de la piel.
Lo que se debe esperar para el postoperatorio es que durante alrededor de
una semana la zona permanezca hinchada o con hematomas de diversa consideración.
Luego de alrededor de 10 días ya se puede retomar la actividad normal. Pero
claro que siempre existen riesgos: puede llegar a producirse algún tipo de
infección, como así también hematomas.
Los médicos dicen que los resultados de una operación de estas
características pueden durar hasta ocho años.
Pueden someterse sin problemas a este tipo de intervención quirúrgica alrededor
del 60% de las personas de entre 40 y 60 años, e incluso –en casos
excepcionales– personas de hasta 80 años.
Deberán abstenerse los pacientes de entre 25 y 30 años con episodios de acné muy
severos.
Mariana
Azuénaga es Especialista en dermatología y nutrición y Autora de “Gimnasia
Facial”, el revolucionario método natural "Lifting sin Cirugia" para
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