El éxito de las
cámaras digitales, hace que estos equipos puedan estar al alcance de cada
vez más personas, sin necesidad de desembolsar grandes sumas de dinero.
Además de su costo cada vez más accesibles para usuarios no profesionales, estos
dispositivos se destacan por la facilidad en el uso.
Ya que con sólo prenderla y luego presionar el botón de disparo, la cámara hará
todo el trabajo restante de manera automática. Luego sólo deberemos bajar las
fotos a nuestra computadora para poder verlas.
Si bien esta característica de simplificar la labor del usuario, puede ser útil
en la mayoría de los casos, también debemos saber que las cámaras permiten
ciertas configuraciones que nos pueden servir para lograr efectos muy
interesantes. Y esto es posible lograrlo simplemente con unos ajustes sencillos,
que no requieren conocimientos demasiado avanzados.
En esta nota conoceremos opciones que brindan las cámaras digitales para lograr
ajustar las características de una toma y también algunos secretos muy útiles
para lograr obtener excelentes fotografías.
El encuadre
Una de las grandes ventajas de la fotografía digital es que puede ser corregida
por computadora. Quizás uno de los problemas más fáciles de solucionar es el
encuadre, siempre y cuando el elemento principal se encuentre dentro de la
imagen y no esté desenfocado, cortado o demasiado corrido de posición.
Si bien el encuadre puede solucionarse con un recorte en un editor de imágenes,
también contamos con algunas herramientas provistas por las cámaras digitales
que nos facilitan la previsualización de los elementos o actores de una foto.
Una función que se encuentra en la mayoría de las cámaras es la posibilidad de
habilitar una cuadrícula o grilla que se dibuja sobre la vista del display
(dividiendo la pantalla en 9 partes iguales) y nos permite visualizar mucho
mejor la distribución de la foto.
Por lo general esta función puede encontrarse para ser activada (o desactivada)
desde el menú de configuración de la cámara como “Cuadrícula”, “Grid” o “Grid
Line”.
También es importante recordar que las dimensiones estándar de las fotografías
tienen una proporción 4:3 (1024x768 pixels, 2048x1536 pixels, 3072x2304 pixels,
etc.).
Otra decisión que debemos tomar es si realizaremos una toma con la cámara en
posición horizontal o vertical, esto dependerá del motivo y de lo que deseemos
lograr.
Por ejemplo, es probable que la fotografía de un edificio o un monumento de gran
altura puedan quedar mejor en formato vertical, mientras que la de un paisaje o
un grupo de personas pueda quedar mejor en formato horizontal.
La gran ventaja de las
cámaras digitales, para aquellos aficionados que deseen probar distintas
opciones, que la capacidad de almacenar cientos de fotos y borrarlas en el
momento que deseemos, nos permite probar una y otra vez hasta conseguir la foto
que buscábamos.
Los secretos de la luz
Como dijimos, existen muchas cosas que pueden mejorarse en un programa de
retoque de fotografías, sin embargo una escasa iluminación puede ser un aspecto
difícil de remontar. Si bien existen controles de “Brillo” que pueden aclarar
una imagen oscura, es difícil hacer que los colores luzcan como si hubieran sido
tomados con una luz apropiada.
Por esto, es importante prestar atención a la iluminación de una imagen, ya que
de ello dependerá la posibilidad de obtener una foto que luzca realmente bien.
El Flash es imprescindible en tomas de interior donde no tenemos luz natural (ni
un foco de luz potente). Pero también puede utilizarse un flash muy suave
(conocido como “Flash de relleno”) para hacer tomas en exteriores, ya que
permite suavizar las sombras y otros detalles.
Días de sol y días nublados
Los expertos explican que los días con un sol muy intenso, en especial al
mediodía, las sombras pueden jugarnos una mala pasada si deseamos realizar
producciones fotográficas en exteriores.
Por esto, los días nublados pueden ser
una buena opción, ya que la luz se distribuye de una manera más pareja. Algo
similar ocurre con las tomas realizadas al amanecer o cuando baja el sol, en
esos momentos la iluminación permite obtener fotografías que lucen con una
iluminación más homogénea y no tan cargadas de sombras muy marcadas.
Algunas
cámaras
tienen configuraciones predefinidas para diferentes tipos de tomas, por ejemplo,
para paisajes, fotografías de personas, nieve o incluso de noche. Estas
alternativas suelen ser una buena opción para obtener una fotografía en un
escenario que se ajuste a esas características de entorno e iluminación.
Para realizar tomas de noche se debe abrir al máximo su obturador para permitir
que ingrese la mayor cantidad de luz posible a la cámara y, de esta forma, poder
captar los motivos que se desean obtener en la fotografía. Si elegimos el tipo
de toma nocturna, seguramente el equipo resolverá el tema por nosotros, sin
tener que acceder a otras opciones avanzadas.
Cabe destacar que algunas cámaras pueden ofrecer la función de “Visión nocturna”
o “NightShot”, una característica que permite realizar tomas en condiciones de
luz realmente baja. Claro que estas fotos no suelen ser demasiado atractivas y
un ejemplo de esto son la clásicas tomas de tonos verdes y negros, realizadas en
un ambiente cerrado y con un nivel de luminosidad casi nulo.
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Cómo
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