Minimalismo en decoración
Se denomina minimalismo a la corriente estética derivada de la reacción al pop
art. Frente al colorismo, a la importancia de los medios de comunicación de
masas, lo comercial y la apariencia, el minimalismo barajó conceptos
diametralmente opuestos, oponiéndose a las ornamentaciones recargadas de los
años 80.
Contrariamente a la decoración tradicional, en la minimalista no se busca
rellenar el espacio sino preservarlo. El matiz o el acento está puesto más sobre
las estructuras y las formas que en lo accesorio.
Las paredes, los suelos, las superficies y la luz sirven ellos mismos para
representar la
decoración. Esto se debe a que los creadores minimalistas reducen al máximo
los elementos propios del arte, los volúmenes y formas en escultura.
En la pintura, la arquitectura o la decoración, su intención es condensar en
escasos elementos sus principios artísticos y reflexiones. El estilo
minimalista, permite extraer todos matices esenciales de nuestra sensibilidad y
de nuestra inspiración.
Lo individual de la obra de arte, la privacidad, una conversación conceptual
entre el artista, el espacio circundante y el espectador. Así como la
importancia del entorno como algo esencial para la comprensión y la vida de la
obra.
El estilo minimalista está indicado para todos los amantes de la simplicidad, de
la serenidad y de la sobriedad, con sus líneas puras, formas geométricas y una
fusión de lo étnico con lo moderno.
El equilibrio y la armonía están siempre presentes y se logra así un sentimiento
de sosiego y “oasis” dentro del estrés que suele predominar en la vida
ciudadana. Si nos referimos a los colores, predominan tonos neutros cómo el
beige y el gris utilizados en degradados y, por supuesto, el blanco, crearán un
fondo ideal y darán la sensación de mayor amplitud a la habitación.
Cada mueble se
elige en cuestión de su función y de su utilidad, sin sacrificar por ello la
comodidad. Pocos accesorios hacen falta en una decoración minimalista. Una flor,
algunas frutas, un objeto bastan si está bien colocado.
Interiorismo minimalista
El interiorismo minimalista no necesariamente significa que debemos hacer todo
como queremos, significa que todo necesita una función específica. No siempre
tienen que ser cambios estructurales los que se deben hacer, si se dispone de un
espacio que preste una decoración minimalista puede ser un buen punto de
partida.
Tenga en cuenta algunas de las nociones estándares de los colores usados para
dicha decoración, teniendo en cuenta que la elección de los mismos se basan en
los tonos monocromáticos con escasa variación entre si.
Hay que tener en cuenta que en la decoración minimalista no existe otra forma de
crear un clima
sugerente que el utilizar la energía propia de los matices y contrastes entre
los tonos.
Los colores en las paredes pueden ser de base blanca, por ejemplo, verde y coral
con un leve predominio del blanco. Esta gama de colores altamente reflexiva y
neutral, permite que la luz haga su trabajo.
Así, las características arquitectónicas se hacen más visibles y la zona del
centro de la escena contrasta para dar más énfasis al utilizar esta variante de
decoración. El playroom o altillo puede ser un buen lugar para la reflexión, el
dormitorio principal podrá tener su misterio.
Yolanda
Río-Pérez, decoradora y especialista en viviendas, ayuda a miles de personas a decorar sus
hogares con personalidad y buenos criterios.
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