Los
bombones,
las flores y una cena a la luz de la velas son el súmmum de una noche romántica,
pero no todo termina ahí. ¿Cuánto hace que no cambian la decoración del
dormitorio?
No
se trata simplemente de dar vueltas tirando pétalos de rosa o de llenarlo de
velas y sahumerios. Pero siguiendo algunos simples consejos lograremos un
ambiente mucho más apto para el romanticismo y el reencuentro con nuestra
pareja.
Elimine
las distracciones
Regla número 1:
adiós a la tele. Sí, ya sabemos: “si saco la tele, se va a dormir a la
sala”, pero -conceptual y visualmente- el aparato de televisión es la antítesis
del romance.
En cambio, un
buen equipo de sonido y la música adecuada harán bien su trabajo.
Como regla
general, se deben dejar fuera del dormitorio trabajo, computadoras y cualquier
otra cosa que distraiga de las verdaderas funciones del dormitorio: sueño,
relajación y amor.
Una
buena cama es lo mejor
El
dormitorio
romántico ideal necesita de una cama de buena calidad y de los
accesorios adecuados. Se necesita el mejor colchón posible, las mejores
almohadas y el mejor somier.
Si el
presupuesto no da en estos momentos para cambiar la cama y el colchón, la menos
provéase de unos buenos almohadones blandos y mullidos (de plumas sería lo
ideal).
A continuación,
unas buenas sábanas de algodón o lino. Para un toque adicional, páseles la
plancha o llévelas a la lavandería para que lo hagan.
¿El color más romántico? Sin
dudas el
blanco, pero el beige y el rosa pálido no están mal tampoco.
La
luz da el tono
Para
crear un ambiente romántico en el dormitorio, la luz es fundamental.
Use
todo lo que pueda la luz indirecta, y evite la que cae directamente sobre sus
cabezas.
¿Lo
máximo? Un hogar, que por lo general puede ser instalado en casi cualquier
dormitorio de dimensiones adecuadas.
¿Quiere algo
menos complicado? Un reductor de luz, que se consigue en cualquier casa de
electricidad y son fáciles de instalar.
El
encanto de las pequeñas cosas
Los pequeños
detalles pueden hacer la diferencia en una relación, así que asegúrese de no
olvidar esos pequeños “toques” en su dormitorio.
Bombones,
champagne, frutillas o cerezas, una lectura romántica son parte de la canasta básica
del romance.
Las flores también
son bienvenidas, y pequeños floreros distribuidos en la habitación la llenarán
de una fragancia fresca y natural, y de colores atrayentes.
Los
candelabros, en cambio, si bien son parte del imaginario popular sobre lo que es
“romántico”, constituyen un riesgo en un dormitorio. Mejor evitarlos.
El escenario está montado. Sólo resta
descolgar el teléfono, bajar la música y desaparecer del mundo…
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