Innana: pastel de chocolate y menta

En honor a esta diosa Madre de la primavera (la fecundidad y la fertilidad) este postre que puede volver a la vida a un dios de la Naturaleza, llevar al éxtasis a dos amantes o simplemente transportarte al placer.... ¿te atreves?

Pasta de Menta

          2 claras de huevo

          azúcar impalpable (flor o glace)

          una tacita de chocolate cobertura blanco

          unas gotas de esencia de pippermint o menta

Procedimiento

Poner en un tazón las claras de huevo, agregar azúcar impalpable hasta formar una preparación espesa mientras se va revolviendo con una cuchara de madera; ponerle la esencia de pippermint, trabajar hasta que esté bien lisa la preparación y mezclar muy bien con la cobertura de chocolate blanco derretido (no pasar los 35º porque se quema), unir muy bien y colocar la pasta en una mesa o sobre un silpat o mármol, alisarla con un palote dejándola de ½ cm de espesor, cortar un rectángulo de 20cm por 30 cm., y reservar. 

Masa para el bizcocho

          200g de harina

          50g de cacao en polvo

          1 cucharadita escasa de carbonato de amonio

          11 yemas de huevo

          1 clara de huevo

          ½ cucharada de azúcar

          1 cucharada bien llena de alcohol puro o ron

Procedimiento

Poner sobre la mesa en forma de corona la harina mezclada con el cacao y sobre ésta el carbonato de amonio hecho polvo; en el centro colocar las yemas y la clara, el azúcar y unir todos estos ingredientes del medio con un poco de harina, tapar con lo restante de harina y agregar por encima el alcohol mezclando todo rápidamente; continuar trabajando, dejar descansar un rato y luego con ayuda de un palote (uslero), sin sobarla nuevamente,  sobre un silpat  o sobre una mesa enharinanda estirarla de ½ cm de espesor o un poco menos, cortar en dos rectángulos de 20cm por 30 cm y colocar sobre una chapa enharinada (si no se usa silpat), pinchar con un tenedor y cocinar en horno a temperatura fuerte, dejar enfriar y utilizar luego. 

Pasta de chocolate o ganache

          ½ litro de crema de leche (nata)

          700g de chocolate cobertura amargo o semiamargo

Procedimiento

Llevar la crema a ebullición y retirar del fuego, agregar el chocolate molido y revolver hasta que se incorpore bien y forme una crema, dejar enfriar un poco a temperatura ambiente para utilizar, si se torna muy duro calentar a penas para poder trabajarlo. 

Baño, cobertura de chocolate

          ¼ kg de azúcar

          agua, cantidad necesaria

          50g de manteca (mantequilla)

          50g de cacao en polvo

          100g de chocolate cobertura

Procedimiento

Colocar el azúcar en una cacerolita y cubrir con agua, hacer un almíbar punto “hilo fuerte”, retirar del fuego, agregar la manteca y el cacao sin dejar de revolver (con cuchar de madera) y por último el chocolate cobertura. Mezclar y unificar muy bien, si fuese necesaria volver a calentar un poco para utilizarlo como baño. 

Armado del postre

Colocar 1 de las planchas de bizcocho (cocido) sobre una placa, encima ½ cm de ganche o pasta de chocolate, refrigerar por ½ a 1 hora, sacar de la heladera y pintar con un poco de pasta tibia para pegar la plancha de crema de menta, colocar por encima otra capa de ganache de ½ cm y volver a refrigerar, sacar y pintar nuevamente con ganache tibia para pegar la otra plancha de bizcocho. 

Colocar sobre una rejilla y bañar dejando por encima una capa fina del baño de chocolate. Volver a refrigerar, y luego cortar los bordes con ayuda de un cuchillo húmedo para dejar a la vista las distintas capas. 

Se puede servir entero y luego cortarlo en porciones o ya cortarlo en cuadrados de 10cm de lado para luego volver a partir cada cuadrado en un triangulo. 

Decorar cada triangulo con una hoja de menta confitada y algunas violetas confitadas, pegando con el baño puesto en una boquilla. (se puede guardar envolviendo cada porción en celofán, en un lugar fresco). 

Violetas, flores u hojas glaseadas

Con el azúcar refinada y la glucosa
-más la cucharada de agua hacer un almíbar punto bolita. Pasar las violetas -introduciéndolas una a una sosteniendo por el cabo y enfriar sobre rejilla, silpat o papel manteca. 

Si el almíbar se endurece nuevamente calentar hasta terminar con todas las flores. Una vez frías pueden guardarse en frascos de vidrio bien serrados. 

Violetas azucaradas

Se pintan las flores con clara de huevo y se cubren con azúcar común o glase. Luego se dejan en un lugar seco y ventilado durante 24 horas. Esta golosina se puede consumir inmediatamente o se puede conservar en un frasco con tapa hermética.

Las violetas azucaradas se venden en casas especializadas en artículos para la decoración de postres y pasteles. 

La violeta en la antigua Grecia era símbolo de fertilidad. Se la emplea como infusión digestiva, pero es en la cocina donde mejor se aprovecha como elemento decorativo e ingrediente de suave sabor en postres, ensaladas y como relleno para tortillas.

 Las violetas se pueden comer frescas, secas y confitadas. Es preferible evitar las de color amarillo porque son muy laxantes. Las hojas crudas o cocidas, se suelen usar para espesar sopas. 

Recuerda siempre que debes utilizar flores orgánicas o de tu propio jardín, sin herbicidas ni fertilizantes. 

Innana (o Ishtar)   

Fue una de las gran diosas en la Edad de Bronze. Era asociada con la estrella matutina (Venus). Diosa del amor y de la guerra. Su figura aparece de pie sobre un carro tirado por siete leones; ella blande un arco. Era la diosa de la naturaleza y de la fecundidad, prolongación de la tradición de "diosas madres".  

Era la diosa de la vida de la naturaleza, otorgadora de fecundidad a seres humanos, animales y plantas. Tenía muchos títulos, incluso “La Magnificencia de la Tierra”. 

Decíase que Ishtar era hija de Sin (dios lunar) o de Anu. En carácter de hija de aquél, era la dama bélica; como descendiente de éste, el exponente del amor, la licenciosidad y la intemperancia y la violencia caprichosa hasta el extremo.

Bajo el aspecto guerrero se le rendía culto en Agade y en Sippar, con el nombre de Anunit. También tiene un carácter astral, ya que personifica a varios astros: a Venus, al Sol, la Luna, y a las estrellas reunidas en constelaciones. De ahí deriva la palabra estelar: todo el firmamento lleno de estrellas, proveniente de su nombre…

Ishtar estaba asociada al planeta Venus como estrella de la mañana, y en las fronteras de Babilonia se la representa mediante una estrella de ocho puntas. También se la representa de pie, completamente desnuda, con las manos encima del vientre, o sosteniéndose los senos, o blandiendo un arco sobre un carro tirado por siete leones.

En su aspecto de divinidad amorosa Innana/Ishtar es la protectora de las prostitutas y de los amoríos extramaritales, que por cierto no tenían connotación especial en Babilonia, ya que el matrimonio era un contrato solemne que perpetuaba la familia como sostén del estado y como generadora de riquezas, pero en el que no se hablaba de amor o de fidelidad amorosa.

“Una prostituta compasiva soy”, dice Ishtar. Innana/Ishtar no es una diosa del matrimonio, ni es una diosa madre. El matrimonio sagrado o la sacra hierogamia que se representaba todos los años en el templo babilónico no tiene un implicación moral ni es modelo de matrimonios terrestres, es un rito de fertilidad altamente estilizado con tonos litúrgicos. 

Este es el mito del descenso de Ishtar a los infiernos

“Era el tiempo de tristeza tras la muerte del dios de la Primavera Tammuz. La hermosa diosa Ishtar, que le amaba tiernamente, le siguió hasta las antecámaras de la Eternidad desafiando a los demonios que guardan las puertas del tiempo.

Pero en la primera puerta el demonio guardián obligó a Ishtar a entregar sus sandalias, que los hombres sabios dicen que simboliza entregar la voluntad.

En la segunda puerta la diosa tuvo que dejar sus enjoyados brazaletes de los tobillos, que los hombres sabios dicen que significa entregar el ego.

En la tercera puerta entregó sus ropas, que supone entregar la propia mente.

En la cuarta entregó los cuencos dorados que cubrían sus pechos, que es como entregar la actividad sexual.

Y en la quinta puerta entregó su collar, que supone desprenderse de éxtasis de la Iluminación.

En la sexta puerta entregó sus pendientes, que significa entregar la magia. 
 
Solamente así, completamente desnuda, pudo entrar Ishtar en la Eternidad y rescatar a su amado.

La severa reina de las regiones infernales, Ereskigal, de mala gana permitió que Ishtar fuera rociada con el Agua de la Vida y partiera con Tammuz al reino superior”.

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