La lucha contra hongos, arañas y pulgones, genera el deslucimiento de la
vegetación de los jardines en diferentes épocas del año.
La debilidad en las hojas, el decaimiento de los tallos y la poca vitalidad de
las flores y frutas, son los síntomas de que es necesario intervenir para no
perder la salud de nuestro jardín o huerta.
En esos casos, lo más conveniente será sembrar en el radio algunas hierbas
aromáticas como lavanda, romero, salvia o ruda, que actúan como protectores
contra las plagas.
Con el mismo fin, también puedes intercalar entre los cultivos ejemplares de
menta, albahaca, estragón y tomillo.
Una planta para cada plaga
Con respecto al poder específico de cada cultivo, ten en cuenta que la albahaca
protege, estimula el crecimiento y el sabor de los tomates; el ajo, se puede
asociar a las rosas y a las frambuesas para que no sufran el ataque de los
pulgones.
El romero y la salvia, plantados cerca de los repollos, repelen a las moscas que
afectan a las zanahorias; los tacos de reina actúan igual pero además sirven
como potenciadores de los zapallos.
Las plantas de sésamo son excelentes hormiguicidas si se colocan en los extremos
de las hileras de la huerta.
También conviene asociar el taco de reina con rábanos, coles, zapallos o y
debajo de los árboles frutales para ahuyentar los pulgones, esos desagradables y
temibles insectos de color verde amarillento, rojo o negro y las chinches.
El romero y el ajenjo alejan a las polillas y las moscas blancas de las
zanahorias, en tanto los berros favorecen el desarrollo de los naranjos.
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