Por
otra parte, todos los reyes, condes, y demás nobles tenían su anillo personal
que usaban como sello. Durante esta época era ilegal abrir un documento con
este sello, pues era la única forma que se tenía de garantizar su
autenticidad.
Hoy,
cuando se inicia el
siglo XXI,
los anillos se usan en diversas partes del
cuerpo, hay para las manos adecuados a cada dedo, para los dedos de los pies,
para la nariz y para el ombligo, aunque estos últimos nosotros los conocemos
como aretes.
En general su uso es totalmente ornamental. No obstante, hay
algunos que siguen teniendo un significado especial, como los de matrimonio, de
compromiso o los de graduación.
Las
nuevas generaciones han optado por usar toda clase de anillos, generalmente
plateados, sin ningún valor, y en casi todos los dedos de las manos. Muchos
tienen hoy formas de animales, de calaveras, de signos zodiacales, en fin de lo
que se pueda.
Esto
se da porque seguramente las
costumbres modernas son otras y todos los significados que antes implicaba un
anillo, hoy se les otorga a otros elementos de la vestimenta. Se ha redimido al
anillo de la presión de identificarnos. ¿Signo de liberación?