Un problema es una situación que una persona juzga mala o en el mejor de los
casos, que requiere una rectificación, se lo considera una insuficiencia,
déficit, una falta de armonía, un enigma, un inconveniente.
Una solución al problema implica lo que resulta deseable para lograr la armonía,
es seleccionar la mejor alternativa entre varias, significa el consuelo, el
conocimiento, la certeza o el objetivo o resultado pretendido ó ideal.
¿Cómo define un problema?
Hay muchas maneras de definir un problema. La vía hacia la reflexión creativa
que parece más rápida estriba en “partir desde el final”. ¿Cuál es el final?
El resultado mensurable específico que pretende conseguir. Cuando una persona
observa un déficit en alguna situación, posee una imagen intuitiva de la
situación futura en que se haya eliminado el déficit y logrado la armonía o el
objetivo.
Poseer una imagen mental razonablemente clara de cómo será una solución, si la
encuentra. Una vez que ésta claro el fin, entonces el reto creativo consiste en
descubrir maneras de alcanzarlo.
¿Qué son las soluciones?
Las soluciones son posibilidades. Las soluciones son ideas. Las soluciones a
un problema responden a la pregunta:“Cómo es posible que yo (nosotros) consiga (mos)
que eso suceda?” Éste es el deseado resultado final.
Lo que, idealmente, distingue a un colegio/universidad es que emplea a
estudiosos cuya tarea consiste en hallar nuevas soluciones a los problemas.
Pero en muchos centros de enseñanza superior y escuelas los docentes se
entusiasman con las soluciones que aprendieron y dominaron y no quieren
considerar nuevos modos de hacer cosas.
Cuando las personas se enamoran de sus soluciones y las imponen a otros, la
obediencia se convierte en virtud deseable. Se enseña un problema y se toma
prueba sobre un problema similar.
La dificultad reside en que las soluciones de una persona, grupo o sociedad se
convierten a menudo en problemas de otras personas, de otro grupo o sociedad.
Además es la solución encontrada, la optima?
Nos enfrentamos así con el terrible fenómeno natural de que las soluciones
causan problemas y a veces no son las mejores. Sean cuales fueren las soluciones
a que lleguemos, éstas representan respuestas experimentales. Tenemos que
comprender y aceptar que no existe una situación estable.
Como la muerte y los impuestos, los problemas siempre estarán con nosotros y
normalmente como los virus se reproducen mutando para reaparecer. Así nuestro
método de solucionar problemas hace agua.
Necesitamos los problemas para motivarnos, para aceptar el reto de resolverlos
como un modo de vida positivo y la fuente de la que puede fluir el goce. En
ocasiones sufrimos problemas y, sin embargo, nos demoramos en su resolución o,
simplemente, hacemos caso omiso de ellos. Descubrimos que por lo general no
desaparecen y en muchos casos se agravan.
En primer lugar, es importante entender que existen dos cosas que motivan a una
persona a hacer algo: el premio o el dolor. Los individuos actuarán para
conseguir un premio de la acción o para evitar el dolor que experimentarán si no
actúan. Por extraño que parezca, los seres humanos harán más por evitar el
dolor que por obtener el premio positivo derivado de una acción determinada.