La Generosa Farmacia del mar: Vegetales de mares y Océanos

Los mares representan un campo cultivado inmensamente grande, para una flora tan variada como sorprendente, y tal como sucede con sus congéneres terrestres, muchas de esas especies poseen cualidades curativas que asombran a la comunidad científica.

Los
vegetales marinos fueron tradicionalmente catalogados dentro de lo que se suele
denominar suplementos dietarios o nutricionales.

Pero
ese título condena injustamente a una gran variedad de
plantas que poseen entre
sus constituyentes químicos, muchos compuestos con una actividad que excede lo
meramente alimenticio.

Desde tiempos inmemoriales, aquellos
pueblos que vivían con el mar a las puertas de sus hogares, reconocieron y
clasificaron una serie cada vez más amplia de algas y líquenes marinos, que
además de alimentar a sus habitantes también ganaron una bien merecida fama
como agentes promotores de la salud.

Uno de los ejemplos más conocidos, es el
alga Fucus vesiculosa, tradicionalmente utilizada como auxiliar
para combatir la obesidad ( debido a su alto contenido en
Yodo)
con lo que ejercería una influencia activadora en los casos de Hipotiroidismo.

Este alga contiene también un polisacárido llamado fucoidina,
que es un potente anti-viral, además es una rica fuente de
niacina,
vit B12, enzimas, aminoácidos, potasio,
hierro,
magnesio y hierro
.

Además esta especie es capaz de remover
del cuerpo humano contaminantes tales como los metales pesados y las partículas
radiactivas ya sea que provengan de una contaminación ambiental o de radio-isótopos
administrados con fines medicinales, lo que la convertiría en un preventivo de los efectos nocivos de las radiaciones.

Casi todas las algas marinas proveen los
minerales esenciales para el organismo humano, hasta el punto de que 2
kilogramos de alguna de esas especies es capaz de aportar los minerales más
necesarios en el cuerpo de una persona adulta para un año entero.

Las Digeneas, son algas que
tienen una comprobada acción anti-viral y anti-parasitaria (vermífugas)
atribuible al
ácido
kaínico
que contienen.

Ciertas algas pertenecientes a los grupos
Laminarias y Sargassum demostraron en
investigaciones recientes, una prometedora actividad inhibidora del crecimiento de ciertos tipos de células cancerosas.

Otras algas emparentadas con el Fucus,
se utilizan en forma tópica para acelerar la curación de
heridas superficiales y de quemaduras de 2º grado ( debido a su alto contenido
de
alginatos).

La mayoría de las algas marinas
contienen
mucílagos,
muy útiles en las industrias cosméticas, alimenticias, y medicinal.

Está comprobado que la mejor manera de
aprovechar los principios activos de los vegetales marinos es con el consumo
alimenticio de las distintas variedades, en estado fresco o deshidratado,
ya que los extractos obtenidos por medios químicos sólo obtienen un pequeño
porcentaje de los elementos más útiles.

Las únicos efectos secundarios de su
consumo, se constataron durante el consumo excesivo y prolongado de ciertas
especies, ya que por su alto contenido de Sodio y de Yodo existe
la posibilidad de desencadenar en personas sensibles y predispuestas, crisis de
hipertensión arterial y/o de Hipertiroidismo.

Referencias:

Maruyama
H, Yamamoto I, Posible preventive effect of dietary seaweed on internal
radiation Injury of the thyroid by radioactive Iodine;
Kitasato
Arch Exp Med (1992), 65 (4):209-16.

Rinehart
K.L. et al., Marine natural products as resources of antiviral,
antimicrobial, and anti-neoplastic agents,
Pure and Applied Chemistry,
53:795-817
.

Stein
J.R. and C.A. Borden. Causative and beneficial algae in human disease
conditions: a review.
Phicologia 23:
485-501.