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Pareja feliz, la receta para divorciarse del estrés

Una buena pareja trae amor, felicidad, paz… y buena salud. Esto es lo que descubrieron unos científicos norteamericanos, luego de un estudio llevado a cabo durante veinte años en casi un centenar de parejas. En esta nota, sus conclusiones, así como algunas recomendaciones.


Todos saben lo
gratificante que es, en términos emocionales, convivir junto al ser amado, pero
pocos deben saber que esto es incluso beneficioso para la salud misma.


Esto es lo que
demostraron unos investigadores de la Universidad de Ohio, en Estados Unidos,
quienes afirman que existen evidencias para afirmar que una buena pareja ayuda a
reducir el estrés.


Como muchos podrían
prever, una persona que vive una confortable vida junto a su ser querido, muy
probablemente coma mejor, duerma mejor, y tenga mejores relaciones sexuales,
todo lo cual es fundamental para gozar de una buena salud.


Estos
investigadores, gracias a sus estudios, también suponen firmemente que,
gracias a la misma interacción de la pareja, el cuerpo responde mejor a través
de las hormonas que guardan relación con el estrés, y mejora además su función
inmunológica. Por ejemplo, comprobaron que una pelea marital podía disminuir la
respuesta inmunitaria, tornando incluso ineficaz la aplicación de una vacuna, o enlenteciendo la cicatrización de una herida.


La investigación
realizada por los científicos norteamericanos consistió en un trabajo de casi
dos décadas, en el cual se examinó el comportamiento y la salud de noventa
parejas. Allí, se pudo corroborar que las personas que integraban aquellas
parejas que se habían divorciado (aproximadamente un veinte por ciento del
total) presentaban altos índices de hormonas como la adrenalina y el cortisol,
así como otro tipo de signos relacionados con el estrés.


El estrés es,
básicamente, la insuficiencia para dar respuestas -por parte del organismo- tanto a
las demandas internas o psicológicas como a las externas o sociales. Cuando una
persona se siente desbordada por cualquiera de estos dos tipos de presiones, su
cuerpo libera varios tipos de hormonas perjudiciales, fundamentalmente la ACTH,
que se encarga a su vez de dar “vía libre” a la secreción de cortisol,
adrenalina, prolactina, y noradrenalina.


Por consiguiente,
un individuo que no cuenta con el apoyo incondicional de otra persona, se
encuentra en una situación más propensa a sufrir cuadros de estrés que alteren
su organismo mediante la secreción de estas sustancias. Los trastornos más
frecuentemente padecidos por las personas con este cuadro son el de
alteraciones del ciclo menstrual, en el caso de las mujeres, y disfunciones
sexuales o problemas en la función tiroidea, en el caso de los hombres.


Por otra parte, si se
toma en cuenta que el cuerpo está integrado con su entorno social y natural
mediante la interacción de los sistemas nervioso y endocrino, los cuales regulan
el sistema inmunológico, no es de extrañar que una confortable vida en pareja,
actúe favorablemente sobre la salud del individuo.

Una buena pareja no es lo mismo que una pareja


Con todo, no se debe
creer que alcanza con convivir con otra persona para prevenir el estrés…
Por ejemplo, si en la relación se mantienen constantes peleas, o hay un abandono
reiterado de alguna de las partes hacia la otra, sólo se logrará agregar
presiones al individuo, y por lo tanto se evidenciará un estado de salud
totalmente opuesto al citado anteriormente: una declinación en las funciones del
sistema inmunológico y mayores chances de sufrir de estrés.


Por eso mismo, si, entre
otras cosas, se desea lograr una adecuada prevención del estrés, es fundamental
llevar una armoniosa vida de pareja. Para esto, los especialistas recomiendan
respetar la individualidad del otro, tratando de no invadir ni intentar
dominar el espacio ajeno.


En efecto, no hay nada
más tensionante y estresante que una pareja que no sabe aceptar los deseos de la
otra parte, aunque no concuerde con ellos, e intente imponer por todos los
medios su propia visión de las cosas.


Por cierto, nadie nace
sabiendo cómo mantener una buena convivencia de pareja, sino que es en el camino
donde se aprende a acentuar los aciertos y modificar los errores. Sin embargo,
es fundamental para esto que se acepte el hecho de que el cuidado y a
preservación del otro requiere también de un trabajo por realizar, una cuidadosa
artesanía donde se empiece a dejar de lado la natural predisposición a
inclinarse sólo por las ideas propias.


Como habrá visto, el
esfuerzo de lograr una buena y armoniosa pareja bien vale la pena: son muchos
los especialistas que concuerdan en afirmar que una buena relación de pareja es
una de las maneras más efectivas para hacer frente de una mejor forma a los
obstáculos de la vida diaria, y evitar de esta forma sufrir cuadros de estrés,
tanto para usted como para su ser amado.

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