Cómo negociar el salario
Has investigado sobre el puesto y la empresa, has impresionado al empleador con
tu currículum matador, y has hecho una entrevista personal digna de ser grabada
y mostrada en cursos de aprendizaje.
Felicitaciones…, pero no creas que todo ha terminado. Lo que viene a
continuación es la negociación salarial. Y es una parte crucial de tu entrevista
laboral —aunque generalmente la más rechazada por los postulantes y en la que se
comete mayor cantidad de equivocaciones—.
Los malentendidos y errores propagados gracias a artículos de dudoso origen y escaso profesionalismo y por compañeros laborales o conocidos pueden hacer que los candidatos pierdan el rumbo, y terminen perdiendo oportunidades laborales o ganando mucho menos de lo que deberían.
A continuación, Enplenitud te muestra los mitos de las negociaciones laborales que han impedido que cientos de miles de trabajadores honestos consigan la paga que se merecen.
Un salario inicial es sólo para principiantes
Algunos de los mitos de la negociación salarial han sido creados por empleadores
con la esperanza de que los candidatos acepten sus mezquinas ofertas. Uno de
estos mitos es la idea de que un salario inicial no es más que una
inconveniencia temporal.
En realidad, si bien es cierto que todas las remuneraciones son revisadas cada
año, la mayor parte de los aumentos y los incentivos son calculados usando un
porcentaje de tu paga actual.
En otras palabras, si comienzas con un salario bajo, cada aumento subsecuente y
cada bonificación que consigas va a ser proporcionalmente bajo. Es por esto que
es importante pelear por un buen salario desde el primer momento.
Los empleadores ven con malos ojos la negociación salarial
No permitas que mitos de la negociación salarial como éste te impidan pedir una
remuneración que se corresponda con tus aptitudes. Con frecuencia, los
aspirantes dudan en contraofertar por temor a que el empleador decida pasar al
siguiente candidato.
Sin embargo, esta clase de negociación es una parte integral del proceso de
contratación, y los empleadores están siempre preparados para discutir la paga.
De hecho, a menudo se sentirán más cómodos contratando a un profesional que
conoce el valor de su trabajo. Incluso cuando el salario resulte no negociable,
nunca puede ser malo preguntar al respecto —a menos que esta información quede
completamente explicitada durante la entrevista—.
Pedir menos mejora tus chances
Los candidatos a un puesto a menudo creen que la mejor forma de asegurarse el
empleo es pedir el salario más bajo posible. Éste es uno de los mitos de la
negociación salarial más difundidos y es una de las razones por la cual muchos
trabajadores experimentados se encuentran atascados en posiciones de
principiantes.
Es importante, desde luego, no excederte cuando haces la contraoferta, o podrías
correr el riesgo de pedir algo poco realista o inalcanzable para el empleador.
No obstante, debes tener en mente que vender barato tu valor profesional te hace
lucir inseguro/a acerca de tus cualidades y, en consecuencia, menos valioso/a
como candidato. Finalmente, estarías socavando tus probabilidades de quedarte
con ese preciado puesto.
Los mitos expuestos a continuación podrían hacer que pierdas muchos billetes...
La promesa verbal es igual a un contrato
Muchos aspirantes creen que alcanzar un acuerdo verbal significa que el contrato
está hecho. Esta clase de mitos de la negociación salarial son particularmente
peligrosos, dado que dan cuenta de la característica del candidato de tomar las
decisiones importantes de la vida sobre falsas suposiciones.
No abandones tu trabajo actual, no reniegues nuevas ofertas, y no te muevas
hasta haber firmado sobre la línea de puntos. Si bien los contratos verbales
están aceptados en algunas partes del mundo, son prácticamente imposibles de
probar sin testigos creíbles —y esto es algo verdaderamente difícil de encontrar
en entrevistas realizadas en ámbitos privados—. Es por esto que, en la
negociación salarial, es vital conseguir que todas las promesas se hagan por
escrito.
Todo es negociable
Uno de los mitos de la negociación salarial más populares y esparcidos en blogs
profesionales y revistas de empleo es precisamente éste: todo es negociable. De
hecho, existen tres tipos de oferta laboral: de nivel de entrada, intermedia, y
de nivel ejecutivo.
Las posiciones de nivel de entrada generalmente tienen una remuneración
establecida. Puedes regatear sobre días de vacaciones no pagados, pero todo lo
demás va a permanecer igual. Los salarios intermedios son más flexibles, aunque
los entrevistadores suelen trabajar dentro de un rango previamente establecido.
Por último, la negociación salarial es una obligación a la hora de entrevistarte
para una posición ejecutiva. Efectivamente, esto demuestra que tú valoras tus
cualidades, y las empresas suelen estar deseosas de pagar justamente a un líder
de confianza.
Termina con los mitos si quieres más dinero
Ahora que hemos derribado alguno de los mitos de la negociación salarial más
populares, deberá hacerse más sencillo para ti obtener la remuneración que
deseas.
Recuerda que tu paga no es determinada únicamente por el empleador. Incluso si
tus expectativas salariales son ligeramente más elevadas de las que la empresa
está dispuesta a pagar, ten en cuenta que siempre puede haber una excepción si
el entrevistador siente que está ante el candidato adecuado para el puesto.
Asimismo, los managers de contratación suelen disponer de un amplio rango
salarial para jugar. El lugar que decidas ocupar dentro de ese rango depende
enteramente de cuán bien sepas venderte.