Cómo ser un triunfador (a cualquier precio)
Sí,
el tono es irónico... pero no menos cierto (y todos conocemos a jefes, o
compañeros de trabajo, así):
· Exigir de si
mismo casi tanto como de los demás.
· Desconfiar siempre, de todos y de todo.
· Estar siempre preparado para la lucha.
· Destruir todo lo que interfiera en el camino del éxito.
· Mostrarse siempre optimista.
· Mostrarse siempre insatisfecho con el desempeño de los demás.
· Mimarse.
· Sacar provecho de su sexo, sea éste cual fuere.
· Hacer de su impaciencia un motivo de temor para los demás.
· Interferir en la vida privada de sus colaboradores durante las vacaciones, los
fines de semana, las reuniones familiares, las convalescencias, etc.
· Mentir cuando sea necesario (para sus fines).
· Mostrarse siempre irritable.
· Negociar durante las comidas.
· Nunca perder la ocasión de ser hiriente si ello es útil para sus fines.
· Nunca pedir perdón.
· Mantener siempre el control de todo a través de la información obtenida a
través de cualquier modalidad.
· Tomar represalias.
· Crear enfrentamientos entre sus colaboradores.
· Fingir timidez ante un auditorio.
· Interrumpir al interlocutor para mostrar desprecio o desinterés hacia el otro.
· Decir lo que se le dé
la gana.
· Hacer lo que se le dé
la gana.
· Ser desagradable.
· Aparentar locura.
· Ser egocéntrico.
· Ser impredecible.
· Vestir en forma impecable.
· Ser rencoroso.
· Tener enemigos en forma manifiesta (pocos, pero útiles)
· Tener amigos en forma manifiesta (muchos, pero nunca cometer el error de
contar con ellos).
· Jamás aceptar una critica.
· Ser cruel con quien no pueda defenderse.
· Cultivar el temor de sus colaboradores respecto a perder el trabajo.
· Rodearse de obsecuentes de ambos sexos, solo para que parezca facil y dificil
acceder a Ud.