A veces ocurre con las prisas
De repente, el cocinero Ricardo tropez� con el �ltimo escal�n de la escalera de
caracol que daba al semi s�tano destinado a almac�n. Tra�a en sus manos, una
lata grande de champi�ones.
Un grito agudo, sali� de la garganta de Rita, la cocinera parrillera cuando vio
que Ricardo cay� extendido como si fuera un colch�n, sobre el piso de la cocina.
La lata rod� unos cuantos metros hasta ir a parar sobre mi tobillo.
Fue una sucesi�n de acontecimientos casi c�micos. Al torcer mi pierna por el
dolor producido, una botella de Cura�ao que sirvi� para las chuletas de cerdo a
la naranja, cay� al suelo desde el amplio mostrador.
Delante de la puerta, Gomez, el maitre del restaurante, esboz� una suave sonrisa
no sin antes preguntarnos si nos hab�amos hecho da�o.
Era delgado, de alta estatura y Rita, se qued� at�nita al ver un ser mas flaco
que ella, puesto que como hac�a dos d�as que hab�a entrado a trabajar en el
restaurante, aun no lo conoc�a. Gomez, nos dio el primer vale del servicio de
aquel d�a.
Y hoy tocan unas�
Chuletas de cerdo a la naranja
Freiremos 4 chuletas ya salpimentadas, en aceite bien caliente, m�s o menos unos
tres minutos por cada lado dependiendo de su grosor.
Las reservaremos. Ahora, en el mismo aceite, freiremos 12 gajos de naranja
durante unos segundos. Tambi�n los reservaremos.
El siguiente paso, ser� agregar el zumo de 4 o 5 naranjas junto con 1 vasito
de agua en el cual habremos disuelto 1 cucharadita de Maizena junto con 1
copita de Cura�ao.
Removeremos bien con un batidor de varillas durante tress minutos, pondremos un
poco de sal y pimienta blanca.
Colaremos la salsa, la pondremos en una cazuela limpia para que no arrastre las
impurezas de la sart�n y pondremos las chuletas de cerdo con los gajos de
naranja roci�ndolas unos minutos con la salsa hasta que se integren los sabores.
Por Joan Villar�
Chef
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