En la Viena de los tiempos de Freud,
los restaurantes más tradicionales llevaban un diario de cocina en que se
anotaban las recetas y el movimiento diario.
El mismos
servía también de libros de visitas, en que los huéspedes dejaban su firma y
anotaban sus impresiones.
Algunos
de los vieneses más ilustres dejaron su rúbrica en ellos. Y no era para menos,
pues allí comenzaban con el desayuno, y continuaban con el segundo desayuno (Gabelfruhstick),
el almuerzo, el café de las cinco (Jause), la cena y, sin aún seguían con
hambre, pasaban al salir por los puestos callejeros de salchichas (Wurstelstands).
Sin olvidarse, antes de ir a la cama, de pasar por un café en busca de un buen
Apfelstrudel.
Nadie
sabe donde iba a parar tanta comida, pero para comenzar a averiguarlo les
proponemos algunas de las recetas clásicas de uno de los restaurantes
frecuentados por Sigmund Freud.
Coliflor
marinado a la Sacher (para 4 porciones)
1 coliflor
1 cabeza de ajo, picada
2 cucharadas de aceite
2 cucharadas de vinagre blanco
1 cucharadita de té de sal
½ cucharadita de té de pimienta negra
½ taza de cebolla picada
½ taza de perejil picado
Separe el coliflor en sus secciones.
Cocínelo en una olla con agua hasta que esté apenas tierno. Haga una marinada
con todos los ingredientes, échela sobre el coliflor y cubra. Deje reposar en la
heladera durante 2 días.
Pollo a la Fraulein (para 4
porciones)
4 pechugas de pollo
½ taza de harina
Sal y pimienta a gusto
50 gramos de grasa de pollo
1 morrón verde
1 diente de ajo, finamente picado
1 cebolla mediana, picada
1 papa grande, pelada y cortada en
rodajas
1 taza de champignones cocidos y
cortados
120 ml. de un buen vino tinto (si
consigue el tradicional Durnsteiner, seria casi una apoteosis).
Reboce las pechugas en la harina con
la sal y la pimienta. Luego dore las pechugas en la grasa. Coloque el pollo en
una fuente para horno junto con el morrón, el ajo y la cebolla. Ponga las
rodajas de papa encima y agregue los champignones. Cubra y cocine a fuego lento
durante 45 minutos. Agregue el vino y deje reposar 10 minutos antes de servir.
Compota de frutas Bad Gastein (para 6
porciones)
3
duraznos maduros
6
damascos
1 melón
chico
¼ taza de
jugo de naranja
2 tazas
de un buen vino blanco
Cerezas
al marrasquino, para adornar la copa
Lave y
pele los duraznos, y córtelos en rodajas gruesas. Pele y corte los damascos por
la mitad, elimine el carozo. Abra el melón, elimine la corteza y las semillas,
corte la pulpa en bolitas. Coloque las frutas en un plato, vierta encima el jugo
de naranja y el vino. Déjelo así durante una hora (sin refrigerar). Para
servir, decore con las cerezas.
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