Lluis, levanta el ánimo
Lluis, cocinero de base, estaba como siempre muy malhumorado, contestaba muy mal
a sus compañeros de trabajo sin razón alguna, voceaba fuertemente por la cocina,
cosa que a mí, desde siempre los gritos nunca me han gustado.
Víctor el cocinero segundo, intentó calmarlo sin éxito cuando el ordenaba de muy
mala manera, a Jorge, su ayudante para que trajera unas latas de conserva de la
despensa ubicada en el semi sótano.
Yo, como responsable de aquella gran cocina no podía consentir aquella situación
y me dirigí de buenas maneras hacia ella.
-Estoy totalmente convencido, que nuestra alegría y paz interior, depende no
solo de lo que somos, tenemos o estamos, si no de nuestra actitud mental en un
ochenta por ciento.
En vez de poner mas leña al fuego de nuestro estado de animo que puede ser causa
por distintos motivos, debemos solucionar el problema sin añadiduras negativas
por nuestra parte y si, intentando arreglar de raíz, la causa que puede ser
grave o a veces sin hacer tampoco de ella de un minúsculo grano de arena un
carro lleno-
-Gracias Joan por esta explicación que tanto me ha ayudado- Me contestó Lluis y
es que en el fondo era muy buna persona pero siempre hacía de pequeños problemas
culinarios grandes tempestades. Su falta de empuje y pesimismo constante, hacia
que todo lo viera oscuro sin serlo.
Y hoy……
Pollo asado buenísimo al perfume de cava