Para sentirnos felices y saludables es
necesario que sepamos qué es lo que nos hace disfrutar. En una hipotética
lista, la amistad se ubicaría entre las primeras razones. Instintivamente,
todos los seres humanos desean rodearse de gente positiva para nutrirse unos a
otros de esa virtud. A menudo, miramos a nuestros amigos para saber quiénes
somos y para solucionar los problemas que nos agobian. Confiamos en ellos y
escuchamos sus consejos. Sin embargo, con el paso del tiempo los amigos
cambian, y nosotros también. Y los secretos ocultos de la personalidad
comienzan a revelarse…
Todo
cambia
Germán y Santiago eran amigos de la infancia.
Solían pasar las tardes jugando. Fueron
a la misma escuela y crecieron juntos. A la edad de 21 años, Santiago consiguió
un empleo en una empresa muy importante. Poco tardó en comprar su primer auto. Por
otra parte, Germán hacía 4 años que trabajaba como empleado de una casa de
comidas rápidas y lejos estaba de juntar ahorros para poder comprarse una
bicicleta. Asimismo, la ropa de Santiago comenzó a ser visiblemente mejor que
la de su amigo. Para ese momento, Germán empezó a evitar a Santiago. Las pocas
charlas telefónicas no parecían sinceras y, finalmente, la amistad se
desvaneció. Ni bien el éxito toco a la puerta de Santiago, Germán se sintió
celoso. No es que le gustara este sentimiento, pero nada podía hacer para
evitarlo. El progreso de su amigo remarcaba su fracaso, constantemente.
Entonces, prefirió alejarse. Separarse de algo que le hacía mal.
Las claves para reconocer a un
amigo “tóxico”
· Si su amigo le habla con sarcasmos constantemente, y la mayoría de sus
comentarios, aunque sean hechos en tonos humorísticos, le resultan insultantes,
lastimando su auto estima y sus objetivos, está ante le primer signo de
toxicidad. Preste atención y no ignore el asunto. Encienda su escudo invisible
para proteger sus sentimientos.
· Si usted padece una enfermedad crónica y seria, ha
perdido su trabajo, o se está divorciando y su amigo le pregunta sobre los
detalles más íntimos y pequeños de su condición, estará ante una actitud
tóxica. Mientras que usted necesita separar su identidad de la difícil situación,
su amigo lo observa fascinado, como si tuviera una casa ardiendo delante de él
y sin hacer nada para salvarla. Cuando reconozca esta clara señal, avise a su
amigo que prefiere no hablar de ciertos temas. Él lo ve como si fuera un objeto
lastimoso, cuando usted necesita de sus ánimos para recuperarse. Llegado el
caso, puede que necesite liberarse de esta amistad enferma.
· Una relación de amistad se torna “parasitaria” cuando
su amigo intenta monopolizar su tiempo, poseerlo y limitar su contacto con los
otros; incluso haciéndolo sentir culpable de abandono. No se convierta en un
rehén. Declare su independencia.
· ¿Su amigo es narcisista? Si es de esos que rara vez lo
elogian, o siempre están en busca de ayuda y, como si fuera poco, lo llaman
cada vez que necesitan algo de usted (sin acordarse ni remotamente de cómo va
su vida), sepa que está siendo usado. Lo están exprimiendo. Establezca límites
para este tipo de personas. Márquelos claramente. Es realmente desagradable ser
siempre dadivoso sin recibir nada a cambio. La amistad necesita de la
reciprocidad.
Salve una amistad
Las puertas de una amistad se
cierran cuando dos personas comienzan a detestarse. Para evitarlo, hable menos
por teléfono con su amigo. En cambio, vayan a comer con otros amigos; nunca
solos, para que cada uno tome su lugar dentro del grupo. En lugar de
desahogarse cada vez que se siente mal con el otro, trate de expresar sus
sentimientos de forma honesta y periódica. Explique lo que está mal. Y escuche
la respuesta (lo que se dice y lo que no se dice). Intente salvar la relación
buscando nuevos aires. Adopte una actitud positiva pero expectante. Vea lo que
ocurre del otro lado de la mesa. Si las transgresiones continúan, hágale saber
a su amigo que las cosas van mal. De mal en peor.
A medida que vamos envejeciendo,
nos damos cuenta de que tenemos menos amigos y más conocidos de lo que
creíamos. Vemos las cosas de otra manera. Generalmente, esperamos mucho de
nuestros amigos; tal vez demasiado. Resérvese la posibilidad de juzgar y perdonar,
pero continúe su camino. Que tenga una larga historia con alguien no significa
que deba mantenerla toda la vida. Sepa quiénes están a su lado. Y sepa por qué.
Tome las decisiones que hagan falta. Pero siempre tenga los brazos abiertos
para recibir a los nuevos amigos que puede presentarle el largo viaje de la
vida.
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