Conversar para mejorar la memoria

Hablar diez minutos al día con otra persona estimula y mejora la memoria. Un estudio revela la importancia del contacto social para lograr el desarrollo de las funciones cognitivas

El arte de conversar… para ejercitar la memoria

Un informe de la Universidad de Michigan, Estados Unidos, revela que la
conversación diaria es una excelente ayuda para mantener joven la memoria. Su autor, Oscar Ybarra, entrevistó a 3610 personas entre 24 y 96 años.

Su intención era conocer la importancia que en sus vidas diarias le dan a sus amistades. Los sometió también a un pequeño test de inteligencia y los resultados fueron sorprendentes aunque esperados ya que sin importar la edad, cuánto más participaba socialmente el encuestado, mayor su despliegue cognitivo.

Ybarra también indagó a 76 estudiantes divididos en tres grupos. El primero mantuvo una conversación sobre un tema de interés social. El segundo realizó crucigramas y el tercero observó la serie “Seinfeld”, por televisión.

Los tres grupos se sometieron luego a dos exámenes de inteligencia que medían la velocidad de procesamiento mental. Los resultados indicaron que mantener una charla con otros es tan productivo como realizar crucigramas u otros ejercicios que facilitan la agilidad mental.

Mantener activos los lazos sociales estimula con la misma efectividad al hemisferio encargado del desarrollo de la memoria. Conversar es como pasarse una tarde haciendo ejercicios matemáticos tradicionales”, asegura el neurólogo norteamericano George Johnston Gray, especialmente para www.enplenitud.com que se encuentra realizando una investigación sobre el estimulo social y el desempeño intelectual para el Instituto Médico para el Desarrollo del que es Director y que tiene su sede en Washington, D.C.

Si pensamos que la inteligencia solamente sirve para realizar trabajos y estudios estamos cometiendo un grave error, ya que su esencia va mucho más allá de estas tareas. La inteligencia es la base en donde se consolidan las relaciones humanas y como tal es fundamental en el proceso mental de cada uno.

Ejercitar la inteligencia en todas sus formas y no solamente limitarse a unas pocas se debería hacer diariamente para entre otras cosas, mantener una buena agilidad cognitiva y es deber de los profesionales dar a conocer esas otras maneras que aunque parezcan obvias, se desechan como si no existieran”, comenta el especialista.

Memoria y contacto social

Los investigadores del estudio de Michigan aseguran que los resultados demuestran por primera vez que la interacción social tiene un impacto directo y positivo en la memoria y el desempeño intelectual y que el aislamiento que se fomenta a través de la cultura individualista tendrá sin dudas un efecto negativo en las capacidades de las personas.

Mi intención como médico comprometido con la salud es intentar entender qué es la inteligencia y para qué sirve realmente ya que limitarla es inaudito.

No estamos viendo la importancia que tiene el entorno social que rodea a nuestra vida y tampoco estamos siendo capaces de conectarlo con la inteligencia que podemos desarrollar para potenciar nuestros desempeños y que sin dudas favorecerán nuestra salud mental y calidad de vida.”, indica Johnston.

En referencia a la calidad de nuestros días, el tener amistades también resulta positivamente conveniente ya que alarga la expectativa de vida.

Científicos australianos han estudiado desde 1992 a un grupo de ancianos y han llegado a la conclusión de que aquellos con entorno social vivieron más años que aquellos que no tuvieron interacción con otros.

Este dato puede deberse a que en la edad adulta empiezan a surgir miedos que son normales como la incertidumbre que genera la muerte o las enfermedades.

Tener un apoyo al lado que distraiga o contenga cuando surge alguna situación extrema, incluso la muerte de la pareja, ayuda notablemente a que la persona no caiga en depresiones y pueda seguir con su vida de la manera más positiva que se pueda y eso se debe, indudablemente a la respuesta social que la generan los amigos, los vecinos, los afectos”, expresa Johnston.

Conversar, y otros ejercicios para la memoria

Una buena charla diaria, hacer crucigramas, mantener una buena dieta alimentaria, realizar deporte y evitar el estrés son las opciones para proteger y fortalecer la memoria ya que estos últimos métodos mencionados también han demostrado su efectividad puesto que llevando a cabo estas actividades se pueden lograr cambios significativos en las funciones cerebrales del hemisferio izquierdo, lugar del cerebro que controla la memoria verbal y que fue confirmado a través de una investigación de la Universidad de California, Estados Unidos.

Sea cual sea el método preferido, robustecer la memoria es un ejercicio que cualquiera puede realizar. Lo importante, más allá de las técnicas, es conservarla en estado saludable y perfeccionarla diariamente.

Para recordar:

 Conversar todos los días, al menos unos minutos con otra persona vigoriza la memoria.

 El contacto social colabora a vivir más años y con una mejor calidad.

 Sin importar la edad, la interacción con otros influye positivamente en las capacidades cognitivas.

 No descartar otros métodos complementarios: ingerir fósforo, practicar deporte y evitar el estrés ya que el nerviosismo genera cortisol, hormona que lo libera y que da como resultado la pérdida de atención.

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