¿Qué es el fotoenvejecimiento de la piel?
El fotoenvejecimiento, como explican los especialistas de Beauty Secret, es una combinación de cambios en nuestra piel producida por la exposición abusiva y sin la debida protección a la luz solar.
Aparecen arrugas antes de tiempo, flacidez y manchas en las zonas que más se exponen: escote, cuello, cara y dorso de las manos. Es un daño que se produce tanto en el colágeno de la dermis como en las células de la epidermis.
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), el cáncer de piel es uno de los más frecuentes en los seres humanos, y en los últimos años ha sufrido un aumento considerable.
La radiación ultravioleta A es un importante inductor del cáncer, ya que interacciona en el material genético de las células de la piel para producir células mutadas o cancerígenas y al suprimir el sistema inmune cutáneo crea un ambiente favorable al desarrollo del proceso tumoral.
La OMS divulga, además, que cada año se producen en el mundo 132 mil casos de melanoma maligno y que mueren aproximadamente 66 mil personas por causa de ése y de otros tipos de cáncer cutáneo.
El cáncer de piel es un crecimiento anormal de las células de la piel. Hay que consultar al dermatólogo si se detecta una herida pequeña que no cicatriza; un lunar que cambia de color, tamaño o forma y pica, duele o sangra; o cuando hay un nuevo lunar, mancha o verruga. Diagnosticado a tiempo pueden curarse en la mayoría de los casos.
Consejos para combatir el fotoenvejecimiento de la piel
Alimentos antioxidantes que ayudan a combatir los rayos ultravioleta causantes del envejecimiento de la piel
– Cítricos, kiwis, fresas, melón, piña y verduras frescas.
– Zanahorias, pimientos y espinacas aportan provitamina A, necesaria para el buen estado de la piel.
– El apio y la lechuga son ricos en psoralenos, sustancias que protegen la piel en caso de psoriasis.
Otras recomendaciones también a tener en cuenta para prevenir el cáncer de piel y disfrutar de manera saludable de los beneficios del sol, del calor y la luz
– Siempre llevar ropa para cubrirse, usar gorra y lentes de sol UV.
– No exponerse al sol si la piel tiene reacciones como erupciones, prurito o insolaciones.
– Beber de 2 a 3 litros de agua por día.
– Aplicar en toda la piel un protector solar con FPS 15 como mínimo, 20 minutos antes de la exposición. Reiterar la aplicación cada dos horas y después de cada baño.
– Consultar al dermatólogo para que indique qué tipo de protector es el indicado para su piel, y antes de utilizarlo constatar la fecha de vencimiento.
– Controlar siempre el tiempo de exposición.
– Recordar que las nubes dejan pasar el sol. La arena, el agua y la nieve potencian la acción de los rayos solares.
– El bronceado es un mecanismo de defensa, no te apliques protectores de menor factor cuando ya tienes color, la piel sigue dañándose.
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