Samsara y musicoterapia transpersonal

La melodía del samsara y la aventura de la memoria

De las aventuras psíquicas más impresionantes que puede tener el ser humano es la experiencia de recordar de manera intensamente emocional, vívida y real, escenas de una vida corporal anterior.

Mirarse a uno(a) mismo(a) en un palacio del siglo XVII o en una modesta casa de paja en el Japón, en hazañas guerreras o privado de la vista, tal vez como un monje o quizá como bruja juzgada por la inquisición, unas veces como hombre y otras como mujer, da lugar al asombro, a la turbación, a la catarsis, a la negación e incluso a la revelación.

Puede haber muchos y variados motivos para buscar la experiencia, aunque los podríamos resumir en tres generalidades:

1.      La primera es por sentimientos de minusvalía, muchas veces disfrazada de curiosidad, y se da en personas que desearían asociarse con algún personaje importante de la antigüedad, es el ego que busca justificar la personalidad débil del presente sin mayor sentido aparente o sin grandes logros.

2.      La segunda es por necesidad terapéutica, en este caso el individuo sufre algún malestar físico o mental y –entre otros remedios- busca el alivio por medio del recuerdo de ese mal que lo ha perseguido de una vida a otra; esta segunda manera –que ha ganado adeptos en el terreno “científico”- abanderada por Brian Weiss, pretende mostrarse panacea aunque en realidad no sea sino un divertido juego en donde se rinde culto inmerecido a la remembranza.

3.      La tercera es la del buscador sincero que aspira a la realización del Ser, aquí la pretensión fundamental es liberar a la entidad de todos los karmas presentes, pasados y futuros por medio de la práctica espiritual.

Y es por medio de esta que, de manera espontánea, surgen los recuerdo pretéritos que servirán como enseñanza y reflexión profunda respecto del desapego y del sentido de samsara, voz sánscrita que hace referencia a los ciclos interminables de la vida y de la muerte.

Estos, preconiza la tradición espiritual, pueden ser trascendidos por medio del despertar interior. La referencia transpersonal de la reencarnación es un conocimiento milenario que aparece en las principales religiones espirituales del mundo, aún en el cristianismo primitivo.

Cada persona tiene el derecho de elegir cuál de estos tres motivos –curiosidad, terapia, realización- u otros, se ajustan a su deseo de conocer algún rincón olvidado de sí.

Sin embargo, es de suprema importancia, en especial para el(a) médico o terapeuta, no dejarse atrapar por el ego. Facilitar una experiencia de regresión es relativamente sencillo, es más, si somos sinceros, se presta para el lucimiento y el show, no así su interpretación.

Existe una larga lista de focos rojos que a la luz del análisis y bien interpretados serían de gran utilidad en el proceso sanador: Engaño consciente o fraude deliberado. Autoengaño inconsciente.

Criptomnesia (memoria oculta que puede recordar, por ejemplo, un cuento que escuchó cuando niño y elaborarlo posteriormente como experiencia propia). Paramnesia (experiencia traumática del presente que se malinterpreta y en trance aparece como suceso histórico).

Personalidad disociada (representación simbólica de un conflicto interior). Recuerdos heredados (la memoria genética que, como en lo físico, manifiesta a algún antepasado).

Inconsciente colectivo (memoria heredada de la humanidad). Romanticismo telepático (para satisfacer las expectativas del terapeuta). Makyo (ilusión) y muchos otros (teoría hologramática, percepción extrasensorial, autocumplimiento psicosomático, posesión, personalidades múltiples, el electrón inteligente de Jean Charon, paramnesia telepática, precognición, retrocognición, psicometría, deja vu, experiencia del Bardo, etc.).

Es preciso que también se tomen en cuenta los desórdenes mentales, psicosis por ejemplo, para no dañar en lugar de ayudar. El penetrar las profundidades de la mente es una responsabilidad que, más allá de las interpretaciones simplistas o incluso la charlatanería, exige dedicación y seriedad.

En fin, existen varios métodos para acceder a la experiencia: la visualización dirigida, ciertas formas de meditación, los decretos metafísicos, la interiorización profunda, los sueños, la hipnosis.

Esta última se ha venido trabajando desde hace siglos aunque su práctica e investigación comenzó probablemente con el doctor Mortis Stark y el francés Albert de Rochas a fines del siglo XIX.

Pero existen otros métodos menos conocidos, aunque igual o más poderosos y que tienen siglos o milenios de practicarse, mismo que he trabajado (conmigo y otros) con excelentes resultados:

1.      Método de la Respiración Ascendente: Desde la más remota antigüedad los monjes del Monasterio chino del Shaolin lograron el desarrollo de facultades paranormales, entre ellas, el recuerdo a voluntad de vidas anteriores por medio de la respiración rítmica.

Uno de los métodos más poderosos de experiencia-respiración que ha sido adaptado por el ocultismo occidental es el siguiente:

Acostado(a) boca arriba se respira lentamente concentrándose en la posibilidad del recuerdo conciente de alguna vida pasada hasta que se llegue a un estado de relajación profunda.

Enseguida se inspira contando del 1 al 5, se contiene la respiración contando del 1 al 5 y se suelta el aire contando del 1 al 5 (por 3 veces). Se va aumentando el conteo, siempre por números nones: 7 (tres veces), 9 (3 veces), 11 (3 veces), 13 (3 veces), 15 (3 veces), 17 (3 veces), hasta que se de un límite de resistencia en el ejercicio.

Entonces se retorna a la respiración normal y se abre la mente a la gran experiencia que se presentará ya en el ejercicio o más tarde (incluso días) de manera espontánea.

2.      El método del Ungimiento (con probabilidad de origen egipcio): De espaldas, descalzo(a) y la cabeza en la almohada, la persona recibe masaje circular -entre siete y nueve minutos- a cierta presión con el dorso del puño cerrado al centro y en la base de la frente (tercer ojo) en tanto otra persona masajea vigorosamente de tobillos a plantas de los pies.

Se detienen los masajes y se pide a la persona que visualice cómo se estira cinco centímetros desde la planta de los pies y después retorna a su estatura natural (cinco veces), lo mismo se hace a partir de la cabeza.

Los “estiramientos” aumentarán gradualmente de cinco en cinco centímetros (cinco veces en cada sesión en pies y cabeza) hasta llegar a los cincuenta centímetros.

Luego de esto, se solicita a la persona que visualice cómo su cuerpo se extiende por todos lados llenando la habitación.

Posteriormente se le pedirá que describa a detalle alguna parte del sitio donde habita (ventana, portón, pared).

Inmediatamente después se elevará mentalmente por los aires tan alto como pueda desde la parte superior y exterior de su casa, y describirá los acontecimientos que observa de noche y luego de día (tres veces).

Finalmente se visualizará elevándose a mucho mayor altitud e irá descendiendo gradualmente y mientras se acerca a la tierra se descubrirá en otro sitio, en otra época pasada: habrá descendido a una vida anterior.

3.      El método Celestial Sanctum (de los Templarios): En una posición cómoda se hacen respiraciones lentas y profundas por aproximadamente cinco minutos.

Se mira con el ojo de la mente hacia las nubes, hacia el cielo límpido y azul. Se visualiza como, gradualmente, se va materializando una gigantesca y majestuosa catedral antigua que flota imponente a lo alto, hágase un esfuerzo por observar los detalles. Inmediatamente después va apareciendo una escalinata de piedra que conduce de la tierra a la entrada de la catedral.

Se asciende escalón por escalón hasta llegar al enorme portón y se entra para contemplar cuadros antiguos, piezas de oro, ventanales, bancas de madera, figuras antiguas.

Enseguida descubre una puerta de hierro, la abre y entra. Desciende, en semioscuridad por una escalera de piedra que parece interminable, cruza pasillos angostos, pasadizos secretos, otras escalinatas hasta que da con una puerta abierta que da a una cuarto lleno de luz que está custodiada por un monje anciano.

A este personaje se le explica el motivo de la presencia en la catedral. El monje, entonces, conducirá a una biblioteca de grandes libros antiguos, polvorientos y de hojas amarillas.

Se buscará el que tenga el nombre del buscador de izquierda (vida reciente) a derecha (libros que contienen la información de vidas anteriores).

Se toma uno de ellos y al abrirlo aparecerán fotografías o imágenes en movimiento de una vida pasada, se “entrará” al libro para vivir la experiencia.

Al terminar de recibir la información, se agradecerá al monje y se regresará por pasillo y escalinatas hasta el portón de la catedral. Al descender a la tierra se tomará conciencia del instante presente.  

4.      El método de la Regresión Psicoacústica: Esta última es sencilla aunque no por ello menos poderosa.

El oído es el sentido que más frecuentemente nos remonta a la remembranza y es, el sonido, una ventana dimensional capaz de trascender el tiempo y el espacio dentro de nuestra propia mente: 

–  En silencio respirará, durante todo el proceso, tomando aire por la nariz y soltándolo muy lentamente por la boca hasta vaciar los pulmones concentrándose en la posibilidad del recuerdo conciente de alguna vida pasada hasta que se llegue a un estado de relajación profunda.

Esto se hará con fondo de música del corte new age: Halpern, Eno, Vangelis, Kitaro (recomiendo el cd Mensajes del agua para tus emociones de Milenio Crystofer).  

Con los pies sin zapatos ni calcetín (o medias) se pone la bocina a esa altura como si se diera masaje musical en la planta de los pies, es más, literalmente se “escucha” con los pies, se siente la vibración hasta que el sonido “entre”.

La música sube por los tobillos, las piernas, abdomen y espalda, brazos y manos, cuello, cabeza. Te conviertes en la música. La música sale de tu cuerpo y se hace parte del aura.

Después se extiende por encima de tu cabeza inundando a las esferas mentales (esferas invisibles que rodean la cabeza) y te concentras en una de ellas, la de color violeta, en la que puedes tener acceso a la memoria total.

La respiración, la concentración y la música están en la esfera. La música penetra los secretos recónditos de la mente transpersonal, “busca” algún recuerdo revelador.

Sigue el primer símbolo o la primera imagen que aparezca, no manipules a voluntad, deja que la visión de eventos pasados transcurra libre, espontánea independientemente si es o no de tu agrado.

Al terminar, permite que la música salga por la planta de tus pies. Toma unos minutos antes de abrir los ojos.

Este ejercicio se realiza todos los días hasta que comiencen las revelaciones, después de esto se hará solamente una vez por semana.

No te apegues a la experiencia de una vida anterior, aprende lo más que puedas de ella y suéltela, no permita que un grano de arena te impida ver la totalidad de la playa que eres tú.    

Por F. Fernando Ruiz-Torres

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