Factores que alteran un perfume

Cómo usar el tipo de perfume más adecuado para cada tipo de piel.

 

 

El
olor corporal
de cada individuo depende de la capa córnea de la piel, que es la más activa y descama continuamente, transpira, y está sometida a una insensible pero constante pérdida de agua. 

La contaminación ambiental, el rozamiento de la ropa, el estado metabólico del individuo e incluso su alimentación, son factores que influyen en la capacidad de retener un aroma sin modificarlo, en intensidad y persistencia. Cada piel tiene un grado distinto de porosidad.

Estos orificios pequeños, los poros, son distintos según el tipo de piel:
 – La
piel seca se caracteriza por tener poros muy pequeños y muy cerrados, por lo que retiene muy bien el perfume.
 – La piel grasa, con poros mas abiertos y mayor secreción sebácea, retiene peor el perfume, y, en todos los casos lo transforma.

Estos son factores bioquímicas y fisiológicos propios de cada persona, capaces de favorecer o de alterar la armonía particular de un perfume. 

Los perfumes que vienen en versión de vaporizador se agotan
más rápidamente, pero, al aplicarlo el aroma se expande más rápidamente. Los perfumes líquidos duran más y un par de gotas dan suficiente aroma en la zona donde se aplican. 

Zonas de aplicación

DIRECTAMENTE SOBRE LA PIEL 

El momento ideal para la aplicación de un aroma es después de la ducha, sobre la piel limpia y seca, o después de haber utilizado una crema hidratante inodora.

Estas son las áreas donde el perfume queda mejor retenido:

 – Detrás de ambas orejas.
 – En el escote, en el punto central entre los senos.
 – En la zona interior de las muñecas.
 – En la parte anterior de las rodillas.
 – En el ángulo interno y externo de los codos.  

NUNCA SOBRE LA ROPA 

El
perfume es una disolución alcohólica de aceites y la mezcla de sustancias muy variadas.
Cuando mayor es su concentración, mayor es la posibilidad de manchar la ropa, sobre todo el algodón y la seda.