Viajar
en auto a una ciudad que tiene problemas de embotellamiento es tan incómodo
como viajar en tren a una ciudad que tiene la estación demasiado alejada del
lugar hacia donde uno se dirige, así como sería una mala elección viajar en
avión a una ciudad con un clima poco conveniente para realizar vuelos y sin un
aeropuerto cómodo y seguro.
Muchos
son los factores que deben analizarse: donde está ubicada la terminal de
micros, la fama del aeropuerto en el tema seguridad, la zona en la que está
emplazada la estación de tren en caso de llegar a horas de la madrugada, etc.
El
avión permite llegar donde quieras en un tiempo récord. Es muy recomendable
cuando necesitas llegar a un lugar lo antes posible o te diriges a un país muy
lejano y no quieres perder mucho tiempo en el camino. Este medio de transporte
es el más utilizado cuando se viaja por motivos laborales.
La
ventaja de viajar con tu vehículo particular es que no dependes de ningún
medio público para moverte una vez has llegado al lugar de destino. No tienes
que adaptarte a una serie de horarios fijos, puedes viajar en él siempre que
quieras y consigues un alto grado de autonomía.
Por otra parte, no siempre es fácil
encontrar estacionamiento. Para eso es aconsejable averiguar como funciona el
transito, los horarios de circulación, etc.
Los
trenes son los más indicados para disfrutar del paisaje mientras viajas. Al no
tener que conducir uno mismo, te relajas mucho más y apenas te cansas. Dentro
de un tren se puede realizar el estiramiento necesario para viajes de mas de
cuatro horas con mayor comodidad que en otros medios de transporte.
El
barco es otro de los transportes que permite disfrutar el durante. Si tu
debilidad es el mar este medio, es especialmente indicado para cruceros de
placer donde no existen las prisas.
Existe un gran mito de romanticismo en el
barco, que analizando mas prácticamente tiene la desventaja de la lejanía de
los puertos en la gran mayoría de la ciudades.