Hemorragia nasal en perros

Qué hacer cuando la nariz de nuestro perro sangra. Cuáles son las causas de la hemorragia

La hemorragia nasal en humanos es una condición que ocurre de tanto en tanto y que se origina habitualmente en la sequedad de las fosas nasales.

Normalmente, no es una condición tan seria, y suele detenerse por cuenta propia o, cuando más, con la intervención de un doctor. El sangrado en perros, conocido como epistaxis, es una historia diferente.

Debido al hecho de que los perros no pueden hablarnos, deberemos recurrir a una batería de pruebas si el problema no es fácilmente visible.

Un problema fácil de reconocer y de sencillo diagnóstico sería un sangrado de las fosas nasales producto de un accidente o de un juego rudo.

Esto ocurre con frecuencia en los perros más jóvenes como consecuencia de sus travesuras. Habitualmente, los perros olfatean plantas y vegetales que pueden atascarse en lo profundo de sus cavidades nasales y generar sangrado.

Por lo general, aparte de la hemorragia, este tipo de bloqueos genera estornudos involuntarios tendientes a expulsar el objeto. Estos estornudos pueden ocasionar más sangrado y exacerbar el problema.

En casos como este, deberás llevar al animal rápidamente al veterinario. Éste echará un vistazo y removerá el objeto invasor, resolviendo el problema sin mayores consecuencias.

Si no se trata de un objeto externo incrustado en el canal nasal, aún así el veterinario podrá revisar la zona e identificar el problema sin mayores inconvenientes.

En este sentido, podría descubrirse un pólipo o un tumor, o signos de una infección generada por bacterias, hongos, o virus.

Desafortunadamente, cuando la causa del problema no salta a la vista, se deberá echar mano a una batería de pruebas destinada a determinar lo que está ocurriendo.

Basándose en la raza y la historia clínica del perro, tu veterinario decidirá con qué pruebas comenzar. Las pruebas comunes que deben llevarse a cabo cuando las causas de hemorragia no son evidentes incluyen: análisis de sangre, pruebas de orina, rayos X, pruebas de coagulación sanguínea, rinoscopias, y posiblemente biopsias.   

Además de los problemas recién mencionados, existen muchas otras posibilidades que pueden hacer que las narices de los perros sangren. Si tu perro comienza a sangrar de la nariz, desde luego, lo mejor que puedes hacer es llevarlo a un veterinario.

Hasta entonces, intenta mantener quieto y relajado al animal. Puedes probar, si es que tu mascota lo permite, aplicar un vendaje frío sobre su nariz y hacer que eche la cabeza ligeramente hacia atrás.

Asegúrate de no aplicar demasiada presión en el vendaje ya que posiblemente desconozcas la causa del problema y la presión sobre una nariz sangrante puede ser dolorosa.

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