Hay muchas clases de “Mal de amores". Pero hoy te quiero contar lo que sucede en ciertos casos, donde lo que se juega no es el amor
Pese a que estos casos encubren egoísmo y orgullo a ultranza. No se trata tampoco de amor propio Las personas queriendo satisfacer su aparente orgullo, caen en la peor de las humillaciones y degradaciones.
En síndrome que forma parte de los amores negativos, el sujeto amante no tiene conciencia de sus verdaderos sentimientos.
Es interesante ver las frases o palabras que utilizan estas personas y las actitudes que toman su aparente mal de amores
· “Quiero que él sea mío”: Nadie es de nadie. Si tú dices que quieres que él sea tuyo, estás confundida. Tú eres tuya y él es de él. Y luego juntos van hacia delante. El no es parte tuya. En este caso el otro pasa a ser una cosa. Es cosificado. No es un ser en sí, no es una persona. Es una parte tuya. Tu brazo es tuyo. Tus ojos son tuyos. Otra persona jamás puede ser parte tuya
· “El me salió con otra chica, mira lo que me hizo” El “me” es clásico del amor que no discrimina al otro como un ser independiente. El claro ejemplo por todos conocido de “Mi hijo no me toma la sopa”
· “Veo que esta saliendo con otra mujer y quiero que le vaya mal con la otra así vuelve a mí. Ruega mi amor y viene de rodillas a mis pies. Entonces haré lo que quiera con él. Es algo de honor esto” Esto no tiene nada que ver con una historia de amor En el amor queremos que el otro esté bien y sea feliz. No queremos humillar a la persona amada.
Estos casos, he observado esto: el objeto del pseudo mal de amores no es mentiroso ni manipulador. Ellos definen claramente la situación. O que no quieren salir con la mujer en cuestión.
O que solo quieren una amistad o una amistad que involucre lo erótico, pero no una pareja. Definen honestamente sus sentimientos. Y dan la opción. O tómalo o déjalo.
Las personas que interjuegan acá intentan no causar sufrimiento a la aparente enamorada. Incluso sienten escrúpulos y sentimientos de culpa.
Pueden intentar alejarse para no causar dolor a la aparente víctima. Pero, al verla con tanto sufrimiento intentan acompañar a la mujer hasta que pueda separarse de ellos sin tanto dolor.
Las personas con este síndrome toman algunas de estas conductas. Priorizan la investigación del otro. La invasión del otro (del cual el otro, no es consciente) a su propia vida.
· A través de ciertas técnicas, le abren el correo electrónico. O revisan en Internet foros, fotologs y todos los lugares que tiene el sujeto (pueden en un momento de descuido del que no sabe que es observado, hasta revisarles toda la computadora, si estos, ingenuamente invitan a la chica a pasar momentos en su hogar)
· Los siguen. Hablan con los vecinos haciéndose amigos. Del florista de la esquina del que vende diarios, del almacenero. Hasta de sus compañeros de oficina. Urden un sin fin de conductas que buscan someter, indagar, inmiscuirse en la vida del presunto ser amado
Hasta que llega el momento en que el sujeto que aparentemente está suscitando esta obsesión, forma una pareja, como es lógico, con otra mujer. Como siempre siendo sincero, despidiéndose de manera correcta de la antigua amiga.
En ese entonces, es uno de los tantos seres que sufren el acoso cotidiano, por meses y hasta años de la mujer en cuestión, que se autoengaño creyéndose enamorada.
Este artículo habla de ella. Pero lo he puesto como ejemplo, pues el sujeto enfermo de este síndrome puede ser tanto una mujer como un hombre.
En el título “Pseudo Mal de amores” quise expresar que te cuides si eres la persona que sufre este Mal de amores de manera inconsciente. O si eres alguien que aparentemente es amado por otra persona de esta manera.
Por Lic. Graciela Silvia Cueto
[email protected]
http://www.gracielasilviacueto.com.ar
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