Además de los ladridos y otros comportamientos indicativos, una de las formas claves en la que los perros se comunican con otros perros y con humanos es a través del lenguaje corporal.
Tanto los detalles evidentes como aquellos que están más ocultos son fácilmente comprendidos por otros perros que hablan el idioma perruno.
Para los humanos, sin embargo, no es tan sencillo comprender la lecha chica del lenguaje corporal de un perro a no ser que hayas estado rodeado de perros o seas un gran observador de sus conductas.
A veces, sin embargo, con sólo un poco de información e instrucción, se puede hacer sencillo descubrir cuándo un perro se está divirtiendo.
Más allá de la famosa cola inquieta —el signo que la mayor parte de nosotros sabemos reconocer—, existen otras posturas corporales que indican que un perro está listo para jugar y divertirse, y es en este punto donde llegamos a la reverencia de juego.
La reverencia de nuego es la postura corporal que adopta un perro cuando baja la parte frontal de su cuerpo hacia el piso y deja las patas ligeramente extendidas.
A simple vista, puede parecer que el perro estuviera estirándose, pero si tienes en cuenta que su rabo se está moviendo frenéticamente de lado a lado, entonces caerás en cuenta de que es algo más que un simple estiramiento.
Junto al movimiento de la cola, las orejas del perro estarán erectas, la boca abierta, y muy posiblemente seas capaz de ver su lengua saliente.
Esta pose preanuncia que ha llegado la hora de jugar, y puede observársela con frecuencia en cachorritos y perros activos.
Si alguna vez llevas a tu perro a un parque para perros, podrás ver a menudo esta posición, que quiere decir que los canes se invitan unos a otros a jugar.
No creas, sin embargo, que porque eres el dueño del perro —y un ser humano en consecuencia— la reverencia de juego no está destinada a ti.
De hecho, los perros suelen adoptar esta posición también para expresar su propósito de jugar con seres humanos. Si la persona acepta la invitación, entonces los saltos y la cacería podría comenzar de inmediato.
Desde luego, por razones de seguridad, tu perro necesita ser entrenado en obediencia, saber que no debe morder y reconocer el poderío de sus mandíbulas, y ser amigable.
Si tu perro tiene una tendencia a jugar en forma violenta, entonces practica actividades más seguras como ir a buscar el palito o el frisbee.
Y para aquellos que no tienen problemas en revolcarse por el suelo con sus perros, sepan que los humanos también pueden imitar la reverencia de juego.
Esto excitará a un perro que quiere jugar, y normalmente aceptará la invitación y la diversión dará comienzo.
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