Siempre he dicho que un buen líder (jefe, gerente, coordinador, director) tiene qué rodearse de gente capacitada e inteligente para lograr las metas organizacionales de acuerdo al puesto que ocupa, ya que por sí solo no lo logrará.
Un líder necesita un equipo de trabajo e influir en él para se cree la sinergia que permita lograr resultados a través de altos estándares de desempeño.
Pero continuamente veo jefes que se niegan a compartir sus conocimientos, sus “secretos”, evitando con ello que su personal nunca logre tener altos niveles de desempeño. ¿Cuáles son las consecuencias de esta forma de proceder?
En mi experiencia, he podido observar que este tipo de “estrategia” para mantener el poder y el control, a la larga, se traduce en:
· Dificultad para el logro de los resultados
· Mayor carga de trabajo para el jefe porque no delega
· Entrega de tareas a destiempo
· Disminución en la moral y motivación del personal
· Sensación entre los colaboradores que la empresa no ofrece oportunidades de crecimiento
· Y, lo que es peor, bajos niveles de compromiso con el líder (jefe)
Paradójicamente, lejos de acentuar su poder, un líder con este tipo de actitudes lo socava.
¿Quieres tres recomendaciones que no pondrán en peligro tu puesto y que además te harán tener una fuerte ascendencia entre tu equipo de trabajo? Pues aquí te van:
1. Asegúrate de seguir profundizando en todo el conocimiento que necesitas para dominar tu puesto.
Si eres jefe de un grupo de abogados, más vale que conozcas muy bien las leyes; si eres jefe de un área de mercadotecnia, mantente actualizado sobre las últimas tendencias y estrategias al respecto; si eres gerente administrativo, investiga acerca de los más recientes procedimientos para disminución de costos.
En otras palabras, siempre ten un pie adelante en el campo del conocimiento que sea la esencia de tu trabajo pero no dejes de compartir lo que sabes con tu equipo.
2. Oriéntate a resultados. Los dueños de las empresas y los directores adoran a aquellos ejecutivos que demuestran con resultados lo que son capaces de hacer, los que les dan valor agregado a la organización para la cual trabajan.
Y aún, si por condiciones ajenas a tu control, el camino es un poco difícil para la consecución de los escenarios ideales, basta con tener la habilidad para, cuando menos, revertir la tendencia y quede demostrado que eres capaz de tener cierto control sobre las circunstancias y eres una persona con determinación.
3. Cultiva tus habilidades de liderazgo de manera permanente. ¿Qué talentos de influencia y logro tienes? Síguelos cultivando. ¿Cuáles son tus áreas débiles? No las evadas ni las ignores, al contrario, enfréntalas y desarróllalas para que tengas un liderazgo robusto, congruente, íntegro.
Imagínate experto en tu área, con una fuerte orientación a resultados y con un gran poder de influencia… te conviertes en una roca, en un pilar… y aún cuando compartas con tu equipo (o personas fuera de éste) todo tu caudal de conocimientos y los “secretos” que la experiencia te ha dado, tendrás una posición muy fuerte dentro de la organización y la admiración y respeto de quienes te rodean.
Te animo a que pongas en práctica estos consejos. Yo quiero que seas un líder fuerte, con coraje, con determinación, agente de cambio.
Esto no solo trae beneficios para la empresa sino grandes satisfacciones personales y las habilidades aprendidas para el trabajo te servirán para conquistar aquello que deseas en términos personales.
Por Leticia Barrios
Asesora en habilidades de liderazgo y motivación.
www.LeticiaBarrios.com
No esperes que la suerte golpee a tu puerta y diga: “Tengo un trabajo para ofrecerte; uno que te hará sentir feliz y completo”. Tú puedes (y debes) organizar el futuro de tu carrera profesional. Este curso gratis de Planificación de tu Carrera Profesional te ayudará a lograrlo.
