Si hay un rasgo que muchas mujeres tienen en común es el hecho de que son inseguras de sus cuerpos, especialmente a la hora de tener sexo.
No es difícil darse cuenta qué mujer cae dentro de esta categoría, ya que posiblemente todos hayamos conocido al menos una que haya pedido que apagues las luces antes de echar manos al asunto.
También están escondiendo algo aquellas mujeres que se van del dormitorio caminando hacia atrás —precisamente esconden su trasero—, por temor a ser juzgadas por nuestros ojos implacables.
En consecuencia, ¿qué tenemos que hacer para terminar con estas situaciones y hacer que las mujeres se sientan más a confiadas con sus cuerpos y con la propia imagen que tienen de sí mismas?
No es tan difícil como puedes imaginar, y después de leer este artículo no sólo harás que tu mujer esté más segura en la cama, sino que le otorgarás una inyección de confianza que la convertirá en un animal sexual dispuesto a hacerte su presa —tal vez esté exagerando un poco en esto último—.
Te amo, pero…
¿Cuáles son las partes del cuerpo con las que una mujer se siente más insegura? Bueno, esto dependerá de cada mujer.
En consecuencia, si haces alguna clase de comentario negativo en referencia a la anatomía de tu mujer, existen posibilidades de que generes cierto conflicto en su interior —lo que indudablemente tendrá repercusiones en su comportamiento sexual—.
Si notas que ella no se siente a gusto con su trasero, lo que puedes hacer es decirle que tiene un trasero realmente hermoso.
Convéncela para que se recueste boca debajo de modo que puedas hacerle unos mimos en su trasero y hacerla sentir bien al respecto. Si se rehúsa, dile que adoras todas las partes de su cuerpo y que su trasero es, simplemente, riquísimo.
Cabe señalar, no obstante, que no debes comparar su trasero con el de ninguna otra mujer, incluso cuando pretendas hacerlo para decirle que el de ella es más lindo.
Créeme: ella no escuchará el cumplido. En cambio, entenderá que has estado mirando a otras mujeres y comparándolas con la tuya. Definitivamente no cometas el error de hacer comparaciones.
El pecado de la celulitis
A menos que estés saliendo con Cameron Díaz, es posible que tu mujer tenga un poco de celulitis en su hermoso trasero y en la parte posterior de sus muslos.
La celulitis es agua atrapada entre la grasa y la piel, lo que en definitiva da a la capa exterior de la piel esa apariencia de cáscara de naranja.
Si bien es inofensiva y la mayoría de las mujeres la tienen, nunca verás un trasero lleno de celulitis en un desfile de lencería.
Si tu mujer siempre se queja de su celulitis, dile que es casi imperceptible y que te gustaría besar sus muslos. Muéstrale cuánto aprecias su cuerpo entero, desde la cabeza a la punta de los dedos.
Esa pancita sensual
Posiblemente, tu mujer tenga una pequeña pancita que la haga sentir una especie de ballenato a punto de dar a luz.
Dado que las mujeres tienen una tendencia a exagerar un poco las cosas —y sobre todo esta tendencia se exacerba cuando se trata de su cuerpo—, es posible que su pancita no sea ni la mitad de grande de lo que ella la ve.
La mejor forma de ayudarla a superar esta inseguridad es haciéndola sentar con las piernas cruzadas en la cama (o en cualquier parte en la que suelen tener sexo), y hacerle observar su pancita hasta que decida aceptarla.
Si se rehúsa, dile que se acueste de espaldas de modo que puedas acariciar y besarla en la zona. Hazla sentir a gusto con su pancita sensual.
Tú enciendes mi vida
Todo hombre ha encontrado al menos una mujer que insiste en apagar la luz a la hora de hacer el amor (o tener sexo, según el caso).
Para ayudar a superar su imperiosa necesidad por la oscuridad, déjale saber que piensas que ella es hermosa y que quieres mirarla mientras satisfaces su cuerpo.
Si ella te permite dejar las luces encendidas, entonces podría meterse bajo las sábanas.
En este caso, dile que no te molesta, ya que lo que quieres realmente es mirar su cara mientras estalla de éxtasis en un orgasmo. Recuerda que es esencial hacerla sentir hermosa; no sólo decirlo.
Una vez que comiences a hacerlo, las sábanas desaparecerán como por arte de magia.
Yo no soy perfecto
La manera más efectiva de hacer que tu mujer se sienta mejor consigo misma es señalar tus propias falencias o defectos.
Si le muestras que también posees una pequeña pancita de cerveza, o le haces ver que tu trasero es tan chato como una pared, o que tienes piernas de pollo, posiblemente ella se sienta mejor con sus propias imperfecciones.
Desde luego, no se trata de que te autodestruyas ante sus ojos en aras de hacerla sentir como una diosa, pero el hecho de admitir que tampoco eres perfecto la ayudará a ver de otra manera sus imperfecciones.
De esta manera, ella conseguirá liberarse en la cama e incluso podría dejarte penetrarla en la posición del perrito —claro, ahora se siente mucho mejor con su trasero—.
La flaquita
Es conocido el hecho de que las mujeres con sobrepeso son más seguras en la cama. ¿Por qué? Te estarás preguntando… simplemente porque ellas saben que están excedidas y aceptan este hecho, lo que las ayuda a liberarse de las inseguridades que pueden tener.
Las mujeres con cuerpos grandiosos, generalmente, son las que se sienten más inseguras, dado que si puedes encontrar uno de sus puntos débiles, entonces se podría destrozar la imagen que el hombre tiene.
Algunas mujeres insisten en representar una imagen de perfección, aunque cuando se encuentran desnudas, se hace muy difícil ocultar las imperfecciones.
La conclusión de todo esto: si quieres que tu mujer (o cualquier mujer) se libere en la cama, entonces hazla sentirse hermosa y acepta sus imperfecciones; no la condenes por ellas. En otras palabras, cuando ella esté desnuda frente a ti, no le sugieras ir al gimnasio.
El mejor sexo se da cuando ambas partes involucradas se sienten cómodas en forma recíproca.
Si ella no está pensando en si estarás viendo sus “pocitos” en el trasero, existen buenas probabilidades de que esté enfocada en su tarea de hacer el amor (o de tener sexo), de liberarse, y de entregarse también.
Entonces, caballeros, recuerden que si quieren buen sexo, deberán hacer que sus compañeras no sientan complejos. Ayúdenlas a liberarse, háganlas felices, y manténganlas calientes.
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