La digestión de cualquier alimento requiere un gasto de energía corporal. Una vez que el alimento se digiere, libera su energía almacenada en forma de calorías, las cuales después se utilizan ("queman") o se almacenan mayormente como grasa.
A veces, la cantidad de calorías que contiene un alimento es menor que la cantidad de calorías que se requieren para masticarlo y digerirlo.
El acto de comer, por ejemplo, apio o pepino, puede resultar una propuesta de pérdida de peso en sí misma, ¡sin realizar ejercicio ni nada!
Las mismas incluyen:
– Ajo
– Lechuga
– Champiñones
– Pimientos
– Rábanos
– Algas marinas de todo tipo
– Espinaca
– Tomates
– Hojas de nabo
– Berro
– Hojas de remolacha
– Brócoli
– Repollo
– Coliflor
– Apio
– Acelga
– Cebolletas
– Pepino
– Berenjena
– Endivia
– Brotes de alfalfa
– Sandía
– Melón
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