Con el frío, los mecanismos de protección de la piel para impedir la salida de calor se activan. Esto implica el cierre de los poros, que haya menos circulación sanguínea, y por consecuencia, menos nutrientes y oxígeno. Su lubricación baja ya que disminuye el sudor y la producción de lípidos intercelulares epidérmicos.
“Tratar la sequedad causada por las bajas temperaturas tiene una fácil solución gracias a un completo y eficaz tratamiento hidrorecuperador que combina diferentes técnicas para proteger e hidratar la epidermis” comenta la Dra. Govantes, directora de la Clínica de Medicina Estética BIOSBCN.
Tres pasos: peeling, desintoxicación de piel y masaje
El tratamiento hidrorecuperador es un combinado de técnicas manuales y aparatología apropiada para afinar, renovar, permeabilizar, hidratar, reparar, desintoxicar y proteger la piel.
Incluye un peeling terapéutico que renueva profundamente la epidermis, un tratamiento termodinámico desintoxicante que elimina toxinas, y un masaje terapéutico de penetración hidro-nutritivo y reparador, que recupera toda la nutrición, la suavidad y la permeabilidad necesarias en cara y cuerpo.
Efectos de la nieve
Los rayos solares son mucho más intensos en las altas montañas que en la playa. El reflejo de la nieve y la altura en la que nos encontramos cuando practicamos deportes de invierno incrementa la cantidad de rayos ultravioletas recibidos aumentando el riesgo.
Tal y como ha observado la Dra. Govantes en sus pacientes "La piel sufre con el sol y el frío, pero el efecto no es el mismo en todos los tipos de epidermis.
Las pieles sensibles o secas sufren más que las grasas. Las temperaturas extremas, por lo tanto, requieren más protección y un cuidado más exhaustivo".
El mejor seguro: mejorar nuestros hábitos en el cuidado de la piel
Se recomienda siempre el uso de una fotoprotección especial de 50+ que debe ser aplicada cada 2 horas; sobre todo en la cara.
“Para prevenir la sequedad, es importante llevar una vida saludable basada en buenos hábitos de alimentación y actividades que nos ayuden a desintoxicarnos y a mantener su elasticidad”, comenta la Dra. Govantes.
– Beber dos litros de agua diarios.
– Comer frutas como la uva, que contiene polifenoles que ayudan a mantener una piel sana.
– Las espinacas, pescado, huevos y frutos secos por su alto contenido en vitamina E.
– La vitamina C también es esencial y se encuentra en alimentos como la naranja, el limón o la mandarina.
– La ingesta de zanahoria y frutos rojos con gran aporte de vitamina A.
– El tomate contiene licopeno y es un gran antioxidante.
– No hay que abusar de la temperatura de la calefacción ni de la de la ducha ya que el cambio a un lugar frío, como por ejemplo la calle, deshidrata la dermis.
– El jabón en exceso puede eliminar la capa protectora de la piel.
– Protegerse bien de las bajas temperaturas ya que el frío produce sequedad.
– Utilizar productos adecuados y beneficiosos para una buena limpieza, exfoliación e hidratación de la piel.
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