El Tai Chi, una forma de mejorar física y espiritualmente

El tai chi es practicado por personas de diferentes edades, y se puede utilizar para fines terapéuticos, para recuperarse de una enfermedad o fortalecer la salud, sólo que existen limitaciones cuando la persona tiene una lesión corporal.

En
América se acostumbra practicarlo con música muy suave e incienso. Cuando se
va iniciando es recomendable la música porque se necesita un anclaje para que
la mente se vaya concentrando más y se relaje, pero una vez lograda dicha
concentración, se le puede quitar la música y seguir el ritmo interno como los
latidos del corazón, pero depende de cada uno.

El
tai chi es una forma de relajación y desestresamiento, y se lo considera una
danza porque es un movimiento continuo y circular. Las piernas y los brazos se
mueven todo el tiempo porque son con las que expresamos los sentimientos, nos
ayudan a expresar, a dar y recibir de las personas; están relacionados con las
emociones fuertes.

Para lograr los mejores resultados que el tai chi puede generar, es
imprescindible estudiar el arte durante un periodo considerable.

El programa de
desarrollo humano está dividido en siete niveles que son trimestrales. La
persona va aprendiendo técnicas nuevas, va profundizando en el conocimiento del
desarrollo humano, siendo una situación totalmente vivencial, no sólo
intelectual.

Cada etapa tiene siete unidades; la primera se termina en aproximadamente dos años, para luego continuar con la intermedia, que dura un poco más de tiempo.

Sin
embargo, durante el tiempo de aprendizaje, se pueden ir logrando resultados
satisfactorios. Uno puede ir experimentando progresos con su progresividad e ir
aprendiendo nuevas formas de mirar las realidades y de tener diferentes puntos
de vista.

El
tai chi
además, intenta dar a sus practicantes una forma de potenciar las
habilidades y de desarrollarlas con mayor efectividad. También es una forma de
percibir sentimientos enterrados por el estrés y las dificultades cotidianas, a
mimetizarse con la naturaleza y a conocerse mas a uno mismo.

Físicamente
y por tratarse de una actividad física, el tai chi estimula la circulación de
la sangre y oxigena la piel, lo que proporciona mayor irrigación sanguínea,
previene la aparición de arrugas y da mayor energía vital. Las células se
aumentan de nutrientes de oxigeno y energía vital.