Estas afirmaciones corresponden a un investigador de la Universidad de Yale,
Estados Unidos. El autor del estudio es el biólogo evolutivo Stephen Stearns
quien estudió a más de 14000 mujeres,
su grupo de trabajo y él han revisando
exhaustivamente datos ya existentes desprendidos de un estudio anterior que data
de 1948 y consistió en el análisis de los historiales médicos de más de 14 mil
habitantes de Massachussets.
Tras el análisis se ha descubierto que las mujeres más bajas y regordetas
tienen una tendencia mayor a tener más hijos que aquellas delgadas y altas.
Aquellas que poseen una
presión sanguínea baja y con índices de colesterol
reducidos también son más proclives a tener más descendencia
y
aquellas que
habían tenido su primer hijo a una edad más joven, se demoraban más en llegar a
la menopausia.
Estas características se pasan de generación en generación, lo cual la
investigación ha podido comprobar que las hijas de estas mujeres también
tuvieron hijos más que la media,
según el científico, si esta tendencia continúa
presente, en el año 2400, la mujer será unos dos centímetros más baja y un kilo
más pesada que la actual.
Los hijos se tendrán unos cinco meses antes que las
mujeres promedio y llegará a la menopausia casi un año después de lo habitual.
Datos clave
-
Las mujeres serán más gordas -
Más fértiles -
Tendrán un corazón más saludable -
Serán algo más bajas -
Entrarán a la menopausia casi un año más tarde que lo habitual
El patrón de belleza también se verá alterado con esta noticia. “Los cambios
tienen que ver con que el ser humano evoluciona”, sostiene el científico
especialista en temas de evolución, el español Juan David Guevara.
“Este
estudio es importante ya que echa por tierra la teoría que sostenía que la
evolución humana se había visto afectada por el avance de la medicina que ha
logrado que el individuo viva mucho más tiempo que antes debido a sus progresos”,
comenta el especialista.