Técnicas de visualización creativa

La meditación como vía a la superación en el trabajo y en los estudios

Cuando
trabajamos con una estado de ánimo especial, por ejemplo furiosos, alegres,
optimistas o indiferentes, el resultado se ve plasmado de inmediato en los
resultados que obtenemos.

Lo que debemos lograr, es que nuesta mente adquiera la capacidad de reproducir
fielmente en su entorno el reflejo de lo que queremos lograr.

El éxito externo depende en gran medida de quien lo busca.

Los
factores externos puede ser una conjunción más o menos negativa o positiva en
un momento dado, pero la voluntad personal suele ser más poderosa que todos los
signos negativos.

Aquí les proponemos un ejercicio de visualización, que hemos llamado la
meditación de la Luna.

Repítalo
cada tres días, para incrementar su confianza, obtener energía y allanar
los inconvenientes del entorno:

· Concéntrese en su respiración, con los ojos cerrados.
· Visualice una luz sobre su cabeza.
· Vea como esta luz se va expandiendo sobre su cara, sus hombros, su pecho,
donde se concentra y le da tibieza y energía
· Sienta como esta luz penetra en su pecho y recorre todo su interior a través
de la circulación de la sangre.
· Se desliza por la pelvis, las piernas, llega hasta los pies.
· Todo su interior físico se ha cargado de luz y energía que poco a poco
invade los canales espirituales a través del interior y del exterior de su
cuerpo.
· Ahora visualice un desierto. Usted está parado en medio de éste justo en el
momento que el sol se oculta en el horizonte y da lugar a un cielo brillante de
luna
que parece llenarlo con su luz.
· Véase absorber la luz de esa luna perfecta.
· Aparece un caballo blanco y fuerte, que se permite montar por usted y la
lleva hacia esa luna.
· Aparece un pueblo dormido, donde usted se baja del caballo, y sigue caminando
solo hasta que aparece una mujer.
· Es una anciana que suavemente le entrega una medalla dónde se destaca de un
lado la figura de la luna, y del otro lado la figura del caballo encabritado y
poderoso
· Guarde la medalla y siga caminando hasta salir del pueblo.
· Llegará en breve a una playa, que recorre hasta la orilla del mar.
· Entre a ese mar transparente hasta que el agua llegue a su cintura. Sentirá
el calor de la medalla. Verá el fondo del mar y la luna en el cielo alumbrando
su camino. Respire hondo y sumérjase en ese mar. Sienta nuevamente el calor de
la medalla y
comience a volver, con la energía del mar, de la luna, del caballo, de la luz
dentro y fuera de su cuerpo y la imagen de la medalla.
· Respire muy hondo tres veces y abra lentamente sus ojos.