Salvar una vida

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Si estás pensando en tomar la generosa decisión de adoptar a un animal abandonado, intentaremos en este reportaje comentarte lo que debes tener en cuenta para que esta noble actitud pueda convertirse en una de las experiencias más gratificantes que te haya tocado vivir.

En
los centros de recogida suele haber perros y gatos de todo tipo, desde cachorros
hasta ancianos a veces enfermos.

Todos han tenido un pasado
antes de llegar al albergue: Algunos fueron abandonados
porque sus propietarios se han mudado, enfermaron o murieron, en otros casos lo
han hecho porque su perra o gata se ha quedado preñada
o porque tienen problemas
de comportamiento
que no han sabido corregir.

En ocasiones el hecho de que un cachorro que parece de peluche deje de serlo al
transformarse en un animal de verdad, hace que tenga este triste destino porque
su propietario no ha sabido controlar sus instintos o simplemente porque ha
dejado de interesarle.

No habían pensado
seriamente en su momento en las responsabilidades y en los problemas prácticos
que conlleva tener un animal de compañía.

Un
perro adoptado puede ser un excelente compañero, aunque en algunos casos por
la circunstancia de haber vivido experiencias traumáticas durante su vida puede
que necesitemos de más paciencia, de más atención y de más generosidad para
lograr que se adapte a nuestro estilo de vida.

Conviene intentar
investigar cuál ha sido su pasado, si es que es conocido por los responsables
del centro. Nos ayudara a entenderlo y a corregir su comportamiento.

Muchos necesitarán reeducarse, en estos casos conviene que tengamos cierta
experiencia para conseguir éxito y por supuesto tiempo y estar dispuestos a
enfrentar esta tarea.

Aquí es cuando
demostraremos hasta dónde puede llegar nuestra capacidad de entrega y
comprobaremos que la gratificación ante resultados positivos es muy especial.
Si estos animales nunca han sido felices, es probable que sean introvertidos o
muy tímidos, necesitarán grandes dosis de comprensión para entender que a
partir de ahora están a salvo.

Nunca deberíamos forzar a
actuar a un perro demasiado sumiso o asustadizo. Hay que ofrecerle un lugar
tranquilo, que conozca a nuevas personas poco a poco, debemos tratarles de forma
sosegada. Si tienes otra mascota, dejales que se reconozcan, que se estudien,
que se acepten, al principio estando alerta pero interveniendo lo menos posible
en este proceso.

Hay que crear una rutina desde el comienzo, con horarios para comer y para los
paseos. Recuerda premiarlo cada vez que hace lo que se espera de él.
Seguramente será propenso a volverse muy dependiente, es importante que lo
acostumbres a quedarse sólo de forma gradual, dejandolo acompañado de sus
juguetes preferidos.

En general los perros que abundan en los refugios
son los perros adolescentes
(entre seis y nueve meses) y muchos de ellos son perros
mestizos
, aunque los hay para todos los gustos; de cualquier raza, de
distinto tamaño, de distinto temperamento, sanos y enfermos.

Para una correcta elección
debemos comunicar a los responsables del centro el tipo de animal deseamos
tener: Si queremos un cachorro o adulto, si vivimos en un apartamento o en el
campo, si hay niños o ancianos en nuestra familia.

Si no disponemos de mucho
tiempo no elijamos animales que necesitan cepillado diario, o mucho ejercicio.
Una decisión precipitada te perjudicará tanto a ti como al perro.

Muchas Asociaciones Protectoras de animales recomiendan que sea toda la familia
la que acuda al centro para participar en todo el proceso de adopción. Esto
ayuda a garantizar que el animal no será devuelto por haber generado falsas
expectativas o discrepancias familiares acerca de la elección del nuevo
integrante del hogar.

No elijas a un perro mediante esta vía simplemente porque es gratis, toma en
cuenta que necesitará de cuidados y de tu tiempo.

No te fijes sólo en su
aspecto externo, su comportamiento es un asunto mucho más importante. Es
fundamental tener paciencia y darle un tiempo para que se adapte a su nuevo
hogar.

En general se entregan los animales desparasitados y vacunados, en muchos casos
incluso tienen certificación de libre de Leishmania,
y además suelen estar esterilizados. De cualquier manera lo primero que deberíamos
hacer es llevarlo al veterinario para que le hagan un chequeo completo.

Incluso existen asociaciones que facilitan adopciones de tortugas
u otras especies exóticas como es el caso de la Bolsa
de adopción
de la Facultad de veterinaria en Madrid.

Si optas por
estas especies debes tomar en cuenta que es necesario conocer de antemano los
requerimientos de hábitat y alimentación, o en el caso de las tortugas que son
animales muy longevos que nos acompañarán toda la vida y que incluso pueden
llegar a sobrevivirnos, por lo que se trata una decisión “para siempre”.

Si te decides por la adopción de un animal de compañía que necesita de un dueño
con urgencia, puedes consultar nuestro Foro "Buscando
Dueño"
o nuestras Guías
de Servicios
, donde podrás encontrar las Asociaciones protectoras o
instituciones similares que necesitan con desesperación a alguien como tú.

Fuente: www.uauau.com