Y más aún, cuando se trata de un tierno cachorro que permitirá disfrutar hermosos momentos a la familia, especialmente a los más chicos.
Sin embargo, hay algunas recomendaciones útiles para logar que los primeros momentos del cachorro en casa sean más felices y no generen contratiempos.
Es importante que el día de la llegada a casa, el ambiente esté tranquilo; si hay niños pequeños habrá que explicarles que el cachorro es como un bebé y que podrá sentirse asustado o inquieto por la separación de su madre y hermanitos: esto es muy importante ya que son las primeras reacciones las que repercuten directamente en el futuro carácter de la mascota.
Es muy importante también entender que un cachorro de dos meses pasa la mayor parte del tiempo durmiendo ya que su crecimiento en esta etapa es muy acelerado y necesita descansar, cuando duerma no se lo debe despertar para jugar, el animal solo irá indicando cuando está listo para eso.
La primera noche
Si el cachorro comienza a llorar durante su primera noche la solución es muy fácil. ¡No hay que hacerle caso! Puede sonar cruel pero si se lo reconforta cada vez que llora, el cachorro condicionará su conducta y requerirá “mimos” cada vez que deba dormirse, casi igual que un bebé…
Cuando comience a llorar se lo debe reprender con voz firme para que se asuste un poco, sin aterrorizarlo, por supuesto. De esta forma entenderá que si llora, lo retarán.
Para ayudarlo a dormir se le puede poner un reloj cerca de su manta, que replique el ruido del corazón de la perra o bien algunos peluches peluditos que hagan de su “cama” un lugar más cálido.
El significado del NO
La palabra NO es lo primero que un cachorrito debe de aprender. Si el perro se hace pipi en un lugar que no es el correcto, habrá que decirle con firmeza NO.
Si rompe o destruye zapatos o elementos de la casa, hay que decirle NO, con voz firme y en el momento preciso en que está haciendo la travesura y si esta fue muy grande, se puede acompañar el NO con una leve sacudida o tirón en el lomo, tal como haría su madre.
De esta manera aprenderá a asociar la palabra NO con algo desagradable y dejará de hacerlo. Es importante enseñar a los demás miembros de la familia el uso del NO, para logar un consenso a la hora de educar al cachorro.
Los primeros días que pase el cachorro en casa marcarán para siempre su carácter. Por lo tanto, habrá que asegurarse de darle todo el afecto y atención que requieran.
Al principio, el animal estará un poco inquieto, por lo que es mejor llevarlo a casa cuando no haya demasiada gente. Hay que permitirle explorar su entorno pero no dejarlo solo durante mucho tiempo.
En su primera semana, puede presentar un sentimiento de nostalgia debido a la separación de su madre y gimoteará constantemente.
Si éste es el caso, hay que mimarlo y consolarlo, pero no permitirle entrar en la cama, ya que es mala costumbre que, posteriormente será difícil de quitar.
Construyendo un hogar
El cachorro necesitará una cesta o una cama para perros en un lugar caliente y sin corrientes. Una opción es poner una caja de cartón en un rincón para preparar una cama cerrada.
Se puede añadir algún material para la base que sea cálido y lavable, como una manta o toallas viejas para que el perrito tenga un lugar acogedor. Es importante respetar la privacidad y el espacio del animal.
Evitar que los niños lo molesten o se burlen de él, y sobre todo, nunca se lo debe enviar a su “cama” cuando se haya portado mal porque de esta forma asociará ese lugar con un mal comportamiento y un posterior castigo.
Elementos esenciales para tu cachorro
Es importante proveerle un recipiente con agua y otro con una alimento nutritivo y específico para su etapa vital, una cesta o cama, un peine o cepillo, un collar y su correa, champú y juguetes seguros de calidad para masticar, que faciliten la dentición.
Cómo alzar al cachorro
Es importante resistirse a la tentación de alzar al animal constantemente porque su pequeño cuerpo es muy delicado.
Para hacerlo, es recomendable respetar estos pasos:
1) Colocar una mano sobre su parte posterior y otra bajo el pecho.
2) Levantarlo con ambas manos.
3) Mantenerlo junto al cuerpo para que se sienta seguro.
Más allá de estos consejos, lo más importante es que el cachorro se sienta seguro y querido, para que crezca sano y feliz en la casa.
Muchos mimos, juegos variados, una buena alimentación y visitas periódicas al veterinario lograrán que el cachorro sienta que forma parte de un verdadero hogar.
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