Funciones y efectos beneficiosos de cada vitamina
La vitamina C posee un
efecto estimulador del sistema inmune y una alta potencia antioxidante. Tal y
como explica Carmen de Vega, "contribuye al buen estado de huesos, dientes y
vasos sanguíneos, así como a la formación del colágeno y la absorción del
hierro.
También puede ayudar a proteger las células del daño de los radicales
libres, contribuyendo así a evitar el
envejecimiento prematuro. Por otro lado
reduce el riesgo de las enfermedades cardiovasculares, cataratas o cáncer de
estómago y esófago".
La vitamina E es
imprescindible en el organismo porque interviene en la formación y
funcionamiento de los glóbulos rojos, músculos y otros tejidos.
"Asimismo es
importante por su función antioxidante, y porque reduce el riesgo de
enfermedades cardiovasculares, cataratas, y cáncer de estómago, piel o colón.
Esta vitamina refuerza además el sistema inmunitario y lo protege frente a las
infecciones", explican desde ACTAE.
La vitamina A es
fundamental para las células de la
piel, huesos, mucosas y sobre todo para los
pigmentos visuales.
También protege frente al daño de los radicales libres, lo
que contribuye a evitar el envejecimiento prematuro. Además reduce el riesgo de
algunas enfermedades oculares como las cataratas.
Existen diversos estudios que han demostrado todos estos efectos beneficiosos de
las vitaminas. El profesor Pedro Ramos comenta una prueba realizada entre tres
grupos de fumadores.
"Todos los fumadores comían lo mismo, pero un grupo tomaba
aportes de vitamina C con pastillas de suplementos vitamínicos, otro lo ingería
a través de frutas naturales, y el tercer grupo no tomaba complemento de ningún
tipo.
Después de un tiempo se comprobó que el deterioro bronquial era mucho más
rápido en este último grupo, y se constató también que quienes tomaban vitaminas
de forma natural eran los que mejor estaban".
Pero a pesar de todos sus beneficios, en opinión de Carmen de Vega, "los
antioxidantes no deben tomarse para prevenir enfermedades concretas, sino porque
son necesarios diariamente en la vida y en el crecimiento celular.
En caso de
que se requieran específicamente, se deben seguir los consejos y supervisión de
un médico en función de nuestro estado de salud, ya que las recomendaciones son
diferentes según el metabolismo, el gasto energético, la edad, el sexo o el
estado fisiológico, como el embarazo".
¿Son recomendables los suplementos vitamínicos?
Los expertos consultados opinan que en condiciones normales no es necesario
tomar suplementos vitamínicos de forma artificial. A juicio de Bittor Rodríguez,
"en situaciones fisiológicas normales, los requerimientos de todos los
nutrientes se pueden conseguir mediante la dieta y no es necesario suplementar.
Las vitaminas en exceso, sobre todo las liposolubles (A, D, E y K) pueden
producir efectos adversos. Por eso la suplementación debería hacerse siempre
bajo prescripción profesional".
Desde la Asociación de Ciencia y Tecnología de los alimentos coinciden en que
los suplementos vitamínicos pueden tener consecuencias negativas.
"La vitamina C
es hidrosoluble y difícilmente se acumula en el
cuerpo, pero una sobredosis
puede provocar diarreas y otras complicaciones.
Por el contrario, la vitamina E
es liposoluble y un exceso puede causar conjuntivitis, daños en las mucosas de
los labios o en la piel, e incluso caída de pelo y rotura de huesos.
Por otro
lado, el selenio, que también actúa como antioxidante, es uno de los minerales
más tóxicos para el organismo en exceso, y puede provocar caída de pelo,
alteración de las uñas, dientes y náuseas", señala Carmen de Vega.
El doctor Pedro Ramos reconoce que "no son frecuentes las intoxicaciones por
exceso de antioxidantes. Sí se ha dado algún caso de sobredosis por vitamina A,
pero son situaciones poco habituales.
Además, el organismo normalmente sólo
recoge lo que necesita absorber". No obstante, apunta varias situaciones en las
que sí puede ser necesario tomar más cantidad por una mayor producción de
radicales libres.
"A medida que vamos cumpliendo años, las necesidades de
antioxidantes son mayores. Y también los deportistas o los que realizan
actividades físicas fuertes requieren un mayor aporte al organismo", explica
médico.
A las personas que deciden tomar algún suplemento se les aconseja que elijan
siempre los de origen natural. "Es mejor que tomen polen, algas o ginseng, antes
que concentrados vitamínicos en cápsulas.
Pero insisto en que lo mejor es seguir
la pirámide de alimentación recomendada por todos los médicos, y no centrarse en
un producto determinado.
Aunque si tuviera que destacar alguno especialmente
rico en antioxidantes mencionaría el perejil o el aceite de oliva, ambos son
productos muy sanos", apunta Ramos.
En definitiva, los antioxidantes no son el
elixir de juventud, pero sí resultan imprescindibles en la dieta diaria y están
al alcance
Anterior:
¿Qué son los
antioxidantes?
Por Dr. Isaac Báez Martínez
Y si quieres aprender los secretos
para vivir más y mejor a través de la comida, inscríbete ahora en nuestro
curso gratis de Nutrición saludable, haciendo
clic aquí.