Las últimas investigaciones sobre cáncer coinciden: debe declararse al uso de la
cama solar como una
seria
amenaza.
La Agencia de Investigación en Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la
Salud (OMS) ha anunciado que los rayos UV de las camas solares ocupan, a partir
de este momento, el escalón superior en la categoría de riesgos: “cancerígeno
para seres humanos.”
Antes de hacer el anuncio, el mismo grupo había calificado a las lámparas y
camas solares como “posiblemente cancerígenas para seres humanos”, y a la
evidencia científica que relaciona el bronceado artificial con el mortal cáncer
de piel (melanoma) como “suficiente y convincente”.
Se ha dado en los últimos años un aumento dramático del melanoma, especialmente
entre las mujeres jóvenes. Los estudios realizados durante la última década
ofrecen “una evidencia abundante” de que las camas solares, junto a la
exposición directa al sol, han tenido un rol preponderante en este aumento
drástico.
A menudo, las personas ven el bronceado como un signo de salud, cuando en
realidad es una señal de daño en la piel.
UVA y UVB traen cáncer
El grupo del IARC se reunió recientemente para supervisar la investigación sobre
las camas solares y el rol que juega la exposición a la luz ultravioleta en el
cáncer de piel.
Los estudios encontraron que la luz ultravioleta A (UVA), los rayos
ultravioletas B (UVB), y la radiación ultravioleta C (UCC) han causado cáncer en
modelos animales.
Esto es algo de gran relevancia, puesto que la industria del
bronceado ha
proclamado con frecuencia que las camas solares son seguros debido a que los
bulbos tienen mayor raciación UVA que UVB.
Este reporte da por tierra con el argumento de que el bronceado con rayos UVA es
seguro, sostiene Lichtenfeld.
Como ha señalado el informe de la IARC, los rayos
UVA son también un cancerígeno de clase I, de modo que deben ser evitados”.
Esto pone a las camas de bronceado junto al tabaco, la hepatitis B, entre otros
cancerígenos. La gente necesita estar conciente de estos riesgos, hay que
cambiar la cultura que nos lleva a buscar bronceados por estos medios.
El reporte cita asimismo la investigación hecha por el propio grupo, que fuera
publicada en el año 2006.
En esa oportunidad, se encontró que el uso de las
camas solares antes de los 30 años de edad está asociado con un incremento del
riesgo de melanoma del 75%.
Otro informe, en julio pasado, reportó que los investigarores de National
Institutes of Health descubrieron que las tasas de melanoma entre mujeres
jóvenes en los Estados Unidos casi se habían triplicado entre 1973 y 2004.
A principios de la década de los noventa, se percibió un drástico incremento en
el espesor y la letalidad de las lesiones del melanoma, conduciendo a los
investigadores a pensar en el rol del bronceado en estas tasas alarmantes.
A principios de este año, investigadores del Northern California Cáncer Center reportaron que los casos de melanoma se duplicaron en los Estados Unidos desde
mediados de los año 1990 al 2004.
Al mismo tiempo, los investigadores concluyeron que
el incremento no podía explicarse a través de un mayor monitoreo y una temprana
detección del cáncer.
Según ACS, cerca de 62.000 nuevos casos de melanoma fueron diagnosticados en
Estados Unidos y aproximadamente 8.000 personas murieron de la enfermedad en
2008.
Si bien al momento no se han podido examinar las causas de este
incremento, existe cantidad de evidencia que señala que está relacionado con el
bronceado.
En Gran Bretaña, el melanoma, el tipo más mortífero de cáncer de piel, es ahora
el principal cáncer diagnosticado en
mujeres veinteañeras. Normalmente, las
tasas de cáncer de piel son más altas en las personas mayores de 75 años.
La
radiación ultravioleta no es saludable, ya sea si se trata de una cama de
bronceado o del sol. La Sociedad Americana del Cáncer aconseja a la gente a
intentar bronceado con cremas autobronceantes en lugar de camas solares.
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