Los buenos y viejos cupones
Un simple cupón en el
periódico local, una correo tradicional, o un descuento
ofrecido en tu Web site puede ayudarte a que tus clientes regulares vuelvan una
y otra vez a tu negocio y, al mismo tiempo, alentar que otros nuevos lo visiten.
Un estudio hecho en Estados unidos descubrió que el 75% de los clientes que se
creen leales a una marca en particular consideraría cambiarse a la competencia
de recibir un cupón para hacerlo.
Recompensas por referidos
Ofrece una recompensa a ese cliente que recomienda tu producto o servicio a otro
que lo termina comprando.
De esta manera, no sólo obtendrás un nuevo cliente,
sino que virtualmente te asegurarás otra venta cuando el cliente regular regrese
para hacer efectiva su recompensa.
Y lo más importante de todo: no te olvides de
enviar una nota de agradecimiento.
Ofrece cursos o talleres
Ya sean clases de cocina, talleres de reparación de automóviles, o consejos de
jardinería, ofrece clases en tu lugar de trabajo.
Mientras tus clientes se
encuentren allí, examinarán con atención tus mercancías, y comprarán todo
aquello que necesiten en vistas de duplicar en sus casas lo aprendido en tus
cursos.
No descuides la calidad de tus cursos, y recuerda que el boca a boca puede hacer
una gran diferencia para tu negocio, sobre todo cuando las recomendaciones de
tus clientes felices comiencen a hacer efecto y lleguen sus esposas, amigas,
hijos e hijas.
Identifica empresas locales
Cualquiera sea tu negocio, si ofreces un servicio que puede ser de utilidad para
los ocupados trabajadores de la vecindad, extiende descuentos especiales a los
departamentos de recursos humanos de las empresas locales.
Los empleados
apreciarán ser capaces de hacer una visita a tu tienda o empresa durante el
horario del almuerzo.
Ofrece una muestra gratis
De tanto en tanto, puedes ofrecer a tus clientes algo extra: una muestra gratis.
Ofrece algo excitante, que el cliente nunca hubiera pensado adquirir por cuenta
propia.
Es una técnica muy recomendable y efectiva, ya que no sólo hace que los
compradores se sientan felices, sino que descubran un nuevo mundo o gama de
productos.
De seguro, esta muestra gratis traerá algunos ingresos para ti, tal
vez no ahora, pero decididamente en el futuro.
No es un pensamiento demasiado intrincado: todos sabemos que la mejor forma de
mantener felices a nuestros clientes regulares es ofrecerles un servicio
impecable.
¿Recibes a todos tus clientes con una
sonrisa y haces un esfuerzo por
recordar sus nombres? ¿Un ser humano responde el teléfono de tu tienda o los
clientes deben atravesar un número de contestadores automáticos hasta llegar a
alguien de carne y hueso?
Si hay un problema con las mercancías, ¿ofrecerías un
cambio de buena gana? Recuerda cómo te gusta ser tratado cuando compras…,
muchas veces, son las pequeñas cosas las que hacen que los clientes vuelvan una
y otra vez.
Realiza un seguimiento
El buen personal de ventas lleva un registro de los clientes que han comprado y
luego realizan un seguimiento.
Es común que los negocios o proveedores llamen
telefónicamente a sus clientes a los pocos días para saber si están satisfechos
con el trabajo o servicio ofrecido.
Hay empresas que tienen por política
realizar un llamado adicional a los 30 días para saber si el cliente necesitas
accesorios o nuevos servicios.
Un año después el llamado se repite para saber si
el cliente necesita nuevamente de los servicios de la empresa.
Consigue la opinión del cliente
Haz el esfuerzo de investigar a los clientes que forman parte de tu negocio. Al
menos una vez al año, envía una encuesta junto con el newsletter o dispón de una
sección a dicho fin en tu Web site.
Solicita su opinión acerca de la calidad de
tus productos o servicios, y pregunta de qué manera podrías mejorarlos.
Asegúrate de implementar algunas de las sugerencias que recibas. No realices una
encuentra por el simple hecho de realizarla.
Cuando los clientes se sienten
valorados y escuchados, entonces seguro volverán a tomar el pomo de la puerta de
entrada a tu negocio.
Para dar un paso más allá, puedes formar una junta de asesores. Éstos serán
elegidos a dedo, y deberán ser tus más grandes clientes.
La idea es consultarlos
en lo referente al lanzamiento de nuevos productos o campañas de marketing.
Invítalos a una cena o a un desayuno laboral y asegúrate de escuchar todo lo que
tienen para decirte. Y un beneficio adicional: quedarán eternamente
identificados con tu marca.
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