Al hacerla a medida, se aprovechará el espacio de la casa perfectamente, así
como se ganará en estética. A la vez fomentará el hábito de la lectura en casa,
al tener los libros a la vista y el alcance de la mano.
Los materiales más frecuentes para contruir una
biblioteca son el aglomerado y
la madera. El aglomerado tiene como ventaja un costo sensiblemente menor.
La
madera da muchas posibilidades: barnizada, pulida, teñida, enchapada, pintada.
El blanco puede ser una buena elección. Si las paredes son de color, puede
contrastar con estas, o engamarse.
Si se utilizará solamente para
guardar libros, deberá tener unos 20 cm
de profundidad.
Si además se quiere utilizar para guardar otros elementos como jarrones, platos,
etc., será mejor darle 10 cm más de profundidad.
Un secreto consiste en buscar los espacios vacíos o desaprovechados de la casa y
transformarlos en superficies funcionales y atractivas desde lo decorativo.
El ángulo de un cuarto puede servir para colocar una biblioteca de paneles
articulados en madera enchapada, de fácil implementación, que renovará el
aspecto visual de la habitación.
Los espacios entre columnas pueden servirnos para colocar estantes a medida, en
una cantidad que podrá ir creciendo en la medida de nuestras necesidades de
incluir más libros o renovar la decoración.
Si la biblioteca que construimos llega hasta el techo, será interesante disponer
de una escalera, preferentemente del mismo color que la biblioteca.
Lo mejor de hacer una biblioteca a medida es que se puede incluir en la parte
inferior, espacios que sirvan para guardar zapatos, objetos u otros libros,
habilitando puertas de madera o de cristal pulido. En todo caso, dependerá del
estilo de biblioteca.
Si se desea proteger sus libros del polvo, es mejor pensar en puertas con
cristales. Por un lado los protegerán y por el otro, permitirá ver sus lomos.
Si se trata de un estilo clásico, los vidrios podrán tener un marco en el
material elegido para la construcción.
Si se prefiere un estilo más vanguardista y despojado, basta con colocar los
cristales con bisagras transparentes.
Hay que tener en cuenta qué tipo de libros ubicaremos, su cantidad, peso y
necesidades. No es lo mismo libros ilustrados de gran tamaño, que libros tamaño
standard.
Los estantes deberán ser siempre menos profundos que la estructura del
mueble. Esto ayudará a dar una apariencia de verticalidad al mueble.
No es igual una diseñada para guardar libros que otra pensada como mueble para
colocar además el equipo de música o el televisor.
Aun sin madera, con imaginación e ingenio puede construirse una biblioteca. Unos
ladrillos junto a unos tablones de madera, pueden formar unos buenos estantes.
Las cajas de cartón o de plástico, en distintos colores, pueden servir para
armar una biblioteca menos formal, alegre, funcional y móvil.
Parte de la
diversión, en la que pueden participar los más jóvenes de la casa, es elegir en
qué lugar la ubicaremos, qué colores se utilizarán usarán para decorarla, qué
libros se incluirán. Tener varios lugares con varios libros puede ser también
algo inspirador.
Es importante darle un orden a los libros: por temas, por autor, por preferencia
o género. Todo lo que ayude a ubicarlos rápidamente estará a favor de una
lectura más fácil, que comienza con encontrar el libro fácilmente.
Ubicación.
De tradicional ubicación en el living, también pueden ubicarse en
escritorios, salas de estar y dormitorios. El lugar elegido condicionará el
estilo: en un estudio podrá ser más funcional. En un dormitorio más pequeña,
etc.
Si se construye una biblioteca a medida, nos aseguraremos de que estaremos
aprovechando el espacio. Si el trabajo lo hace un carpintero, su experiencia
será una garantía de buen resultado, pues dispondremos de un mueble que se
amolde a salientes, vigas, molduras o chimeneas que pueda haber en el hogar. Al
encargarlas, habrá que pensar muy bien sus medidas, diseño y el material a
utilizar.
Por el otro lado,
las bibliotecas modulares, son de menor costo y si bien tienen un diseño
universal, son de rápida instalación, montaje y desmontaje, permitiéndonos ser
partícipes de la decoración de la casa.
Pueden
formar parte de un salón clásico o moderno. Además, son muy versátiles y las hay
en diferentes acabados; madera, lacadas, chapadas o las que combinan madera y
cristales.
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