Hace un
tiempo la posibilidad de convivir en
casas separadas era una locura. Sin
embargo, en la actualidad, muchas parejas se lo plantean seriamente y muchas de
ellas lo viven de un modo feliz y para nada traumático. “El no
convivir
no
implica que se haya dejado de amar al otro, al contrario. Se puede dar el caso
del matrimonio que harto de la rutina decide tomar las riendas de la relación y
se empeña en encontrar una salida antes que el inminente divorcio. Otros en
cambio desean mantener sus costumbres y manías a resguardo de las miradas y
juicios del otro, lo cual es muy válido sobre todo esta segunda opción es más
habitual en parejas jóvenes que quieren que antes de ser aplanados por el
aburrimiento, prefieren vivir cada uno por su lado y juntarse cuando
verdaderamente lo deseen”, comenta la psicóloga argentina Mercedes Galián.
Características de quienes prefieren las casas separadas
·
Quienes más se sienten beneficiadas por esta tendencia, son aquellas mujeres de
más de treinta años quienes no desean que se les coarte el sentimiento de
libertad que han podido adquirir, en muchos casos con creces.
·
Parejas que ya han pasado por experiencias de convivencia negativas y deciden
probar algo distinto que salve sus matrimonios.
·
Aquellos que tienen un estilo de vida moderno y desestructurado.
·
Son personas poco celosas y seguras de sí mismas. “La infidelidad
no es una
opción para ellos, aunque se puede dar, pero no es el objetivo ni lo que se
supone que se desea buscar con este comportamiento. La intención es afianzar la
relación y no echarla a perder”, afirma Galián.
Ventajas
de tener casas distintas:
·
Mayor tranquilidad
·
Respeto por la vida y costumbres del otro
·
Mayor sensación de seguridad en uno mismo
·
Alta autoestima
·
Disminución de los celos
·
Independencia
·
No existe la rutina ni aburrimiento
·
Menor cantidad de peleas
·
No tener que compartir momentos con familiares políticos o amigos
La idea
de vivir en casas separadas es otra forma más de mantener una relación de
pareja. “Son evidentes los estragos que ocasiona la rutina y la falta de
creatividad en un matrimonio, así que no es tan errado pensar en encontrar otra
salida válida que no sea la de llegar al divorcio. A veces es una situación
momentánea para ver qué tal funciona y luego si se convierte en algo duradero es
otra alternativa válida a la tradicional y conocida de toda la vida”,
finaliza diciendo la profesional.
Recomendaciones:
·
Hay que tener muy en claro el por qué se decide vivir en casas separadas.
“Plantear la intención desde el principio, antes de que los problemas de
convivencia surjan. Si se concibe esta idea a modo preventivo puede funcionar
muy bien, pero siempre cuando ambos miembros estén de acuerdo y no sea uno quien
presiona a que el otro esté de acuerdo”, comenta la especialista
·
Las dudas de seguir adelante con esta modalidad, surgen cuando se quieren tener
un hijo o ya se tiene. “Hay que hablar muy bien del tema para saber de qué
modo se combinará la familia con esta situación”, finaliza diciendo Galián.
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