En
ocasiones, el intenso
sol del verano o los cambios bruscos de temperatura, como
la acción frontal del viento, la calefacción, o el frío, pueden producir una
excesiva sequedad de la piel. Es así
como pierde su humectación natural y deja de tener brillo y suavidad.
Un buen método para reestablecer la normal humedad de la piel es por medio de la
hidratación continua de la piel a través de las cremas humectantes. Otra gran
posibilidad es la alternativa natural de la aplicación de baños de agua.
¿Cuál
es la función de las cremas hidratantes?
Producen
una revitalización de la piel a través de dos
acciones
distintas:
1- Primeramente, limpian y humectan los sectores resecos de la piel.
2- Luego, logran que la piel vuelva a tener su humedad natural.
¿Cómo
trabajan las cremas para limpiar y humectar los sectores resecos de la piel?:
La
piel se rehidrata continuamente. La superficie de la piel va absorbiendo el agua
que se encuentra en las capas inferiores de la epidermis. El inconveniente se
presenta cuando la piel está seca y no tiene agua acumulada para hidratarse.
Otro de los factores que produce desecación de la piel es el paso de los años,
por lo que al ponerse mayor hay que cuidar más seguido de la piel y su
humectación. También la acción de los jabones y detergentes
empeora este problema.
Al
no poder hidratarse la piel, se forma una cantidad de células muertas, partículas
de polvo y otras impurezas que no permiten una correcta respiración de la piel.
Es por ello que una solución posible es realizar una limpieza profunda antes
que nada, para aplicar posteriormente cremas hidratantes. Es necesario quitar
toda célula muerta que impida una buena acción de las cremas.
¿Cómo
se reestablece la humedad de la piel?:
El
uso de cremas hidratantes tiene sentido porque incrementa la elasticidad y
consistencia del estrato córneo (la última parte de la epidermis), y así la
estética de la piel.
Las cremas se componen de unas sustancias que toman las
moléculas de agua que se encuentran en el aire y las almacenan sobre la capa córnea.
También le brindan a la piel los componentes que requiere para que pueda
mantener el agua y no perder líquido en cantidad.
Estos
productos hidratantes deben tener un refuerzo de Vitamina A y E. De esa manera, no sólo se reestablecerá la humectación de la piel,
sino también el brillo y lucirá más resistente.
No
hay que olvidar que el agua es el principal elemento hidratante de la piel. Por
eso, resulta indispensable.
Las
bondades de la hidroterapia
También
es posible restablecer la humectación normal de la piel aplicándose baños de
inmersión por medio de la hidroterapia.
El agua es un elemento curativo
que además, tiene propiedades terapéuticas para combatir el insomnio, el estrés,
la mala circulación, etcétera. Depende de la situación decidir si es
necesaria la aplicación de agua fría o caliente.
– El agua caliente
relaja el cuerpo en general y actúa sobre los poros de la piel en particular. Además mejora
la circulación sanguínea.
– El agua fría disminuye el
diámetro de los vasos sanguíneos, limitando la congestión y expandiendo los
tejidos. Luego, los vasos se abren y los tejidos se llenan de sangre rica en oxígeno.
– Si uno alterna frío y calor, se da una mayor circulación y
aumento del drenaje y oxígeno en los tejidos.
Para
mejorar la piel, es bueno realizar baños de inmersión
agregando aditivos
de suero de leche y salvado. Los aditivos son absorbidos por la piel y por las vías
respiratorias.
Una
piel sana, quita años a la vida y da vida a los años.
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