Coches ecológicos

¿Qué son los autos ecológicos, la nueva promesa para contaminar menos? 


La
preocupación por el
medio ambiente
y los beneficios que trae consigo su cuidado,
han hecho que el sector automotriz no se quedara a margen.

Para que un coche sea
considerado ecológico
debe producir entre otros gases nocivos, menos de 120
gramos de dióxido de carbono por cada 100 kilómetros. También se debe tener en
cuenta que al menos el 5 por ciento de los materiales plásticos que tenga el
automotor se pueda reciclar.

Características ecológicas que debe tener un vehículo:

  • Reducción
    de gases contaminantes

·
Utilización de energías renovables


Diferentes tipos de coches ecológicos

· Vehículos
eléctricos: las baterías que se utilizan se recargan mediante enchufes
tradicionales. Son de ion de litio

·
Hidrógeno: el motor se acciona mediante pilas o por combustión.

· Alcohol:
con él se consiguen prestaciones muy similares a las de los coches
convencionales

· Híbridos:
dispone de dos motores. Uno de ellos eléctrico que ayuda a consumir menos
carburante a la vez que protege el medioambiente. Este sistema es ideal para
cuando se conduce por la ciudad, cuando hay atascos y muchos semáforos.


Recomendaciones para cuidar el medio ambiente 

·
Si se quiere optar por la modalidad de adquirir un coche ecológico, hay que
asesorarse muy bien en las concesionarias y tener en cuenta que no hay mucha
información al respecto ni muchos vehículos de estas características en la
calle.

Buscar asesoramiento en varios sitios diferentes es la decisión más
adecuada para poder sopesar las ventajas y desventajas de comprar un coche de
baja contaminación.

·
Hay que tener en cuenta que aún los vehículos que son considerados ecológicos
todavía necesitan de cierto perfeccionamiento ya que al ser probados demuestran
que emiten gases que contaminan, aunque en un grado muy inferior si se los
compara con los coches que hay en la actualidad en la calle.

·
Las baterías que se utilizan en los “eco-coches” suelen tardar unas 8 horas en
completar una carga. Hay que seguir las indicaciones del fabricante para
determinar cada cuánto deben ser reemplazadas y en qué condiciones se pueden
reutilizar.