Cómo alcanzar la satisfacción en el trabajo

¿Te sientes atrapado en un trabajo que no te satisface? ¿Cómo revertir la situación, si el cambio de empleo no es una opción inmediata?



 Hay veces en que te sientes “atrapada” (o atrapado) en un trabajo que no te
llena ni te gusta y debido a tus circunstancias, miedos y necesidades prefieres
aguantar que decidirte a dejarlo. Y ¿cómo vas a  encontrarte
satisfecha en un
caso así, verdad?


Yo siempre soy partidaria de cambiar  lo que no te gusta, pero si no te decides
y eliges seguir aguantando, hay ciertas cosas que puedes hacer para que tu
situación sea más llevadera y te sientas satisfecha.


El primer paso está en aceptar que, como en todos los ámbitos, la clave está en
tu actitud, en tus expectativas y en saber lo que te hace feliz. Si estás
enfadada, frustrada o deprimida será difícil que te sientas satisfecha.

 Lo que
determina tu felicidad es cómo
reaccionas frente a los contratiempos

y a las situaciones del día a día. Así que decide, ¿qué puedes cambiar en tu
actitud?

Otra pregunta importante es,
¿qué necesitas para alcanzar la satisfacción en el trabajo?



Aunque hay muchísimas cosas que se pueden mencionar, en general hay tres
básicas: más dinero (estatus), ascensos o posibilidad de desarrollo (prestigio),
o disfrutar con lo que haces.

 Para algunas personas lo más importante es el
dinero, tener un buen estatus; y se sentirán satisfechas si tienen un sueldo
elevado independientemente del trabajo. Para otras más que el dinero es la
posibilidad de ir ascendiendo, y para otras hacer un trabajo con el que
disfruten.

Por supuesto también puede haber distintas combinaciones. Por
ejemplo, yo necesito trabajar en algo que me apasione y que implique
desarrollo
profesional.

Aunque me gusta el dinero, prefiero ganar menos y tener las dos
anteriores, especialmente la primera. ¿Y tú? ¿Cuál de estos ingredientes tiene
que estar presente en tu trabajo para que te sientas satisfecha?

Una vez sepas eso, ¿qué más puedes hacer para
sentirte satisfecha
o satisfecho en
tu trabajo? Aquí van algunas sugerencias:


Aumenta los desafíos.
A nadie le gusta estar estancado y sin ningún tipo de desafio. Si tu trabajo no
los tiene, defínelos tú.

Proponte metas para superarte cada día o haz
competiciones con un compañero (quien consigue más ventas hoy, tardar menos que
ayer en acabar un informe, etc). Aprende algo distinto de lo que normalmente
haces, proponte enseñarle a alguien,…


Conecta con alguien.
Todo es mucho más agradable cuando tienes a alguien con quien compartir tu día a
día. (Ya sé que a veces no es fácil, pero eso es harina de otro costal.)


Rompe la rutina.
Sinceramente, a mi la rutina me mata, hacer todos los días lo mismo a la misma
hora me parece desquiciante.

 Si quieres evitar el aburrimiento, cambia de turno,
apuntate a algun curso, cambia de departamento. ¿Qué no puedes hacer nada de
eso?
Cambia tu rutina diaria
, ve a
comer a sitios diferentes, queda con distintas personas, cambia la decoración de
vez en cuando.

 La clave está en la variedad y en hacer más llevaderos los
pequeños momentos. A veces los momentos cotidianos a los que no damos
importancia pueden marcar la diferencia entre un día cualquiera y un día
agradable.


Haz tu trabajo bien.
El trabajo bien hecho y las tareas completadas generan muchísima satisfacción.


Busca la satisfacción en otras
áreas de tu vida.
Haz que el tiempo
que pasas fuera del trabajo sea como tú quieres. Porque tu trabajo no tiene que
ser el único responsable de tu plenitud (aquí entra el tema de las expectativas,
¿qué esperas de tu trabajo?).

 Busca actividades que te llenen de energía y que
suplan tus inquietudes. Así conseguirás que mejore tu ánimo y predisposición y
también tu actitud en el trabajo.


 Conoce a la perfección tus
opciones.
Es fácil sentirse estancada
cuando no tienes ni la más remota idea de tus alternativas y opciones.

Sin
embargo, cuando las tienes claras eso hace que estés más satisfecha en tu
trabajo porque tú lo has elegido entre todas las opciones. Investiga posibles
trabajos alternativos, actualiza tu curriculum, infórmate.


Si aun así, no logras sentirte satisfecha es hora de cuestionarte seriamente los
motivos de que sigas así. ¿De verdad no puedes cambiar? ¿O es que el

miedo
te lo impide? La vida es
larga ¡pero no para quedarte es un sitio que odias! Si tus motivos no son
necesidades reales, es hora de plantearse un cambio.

No
esperes que la suerte golpee a tu puerta y diga: “Tengo un trabajo para
ofrecerte; uno que te hará sentir feliz y completo”. Tú puedes (y debes)
organizar el futuro de tu carrera profesional. Este
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