Congelar un alimento significa convertir el agua que éste contiene en cristales
de hielo haciendo que el producto se deshidrate. Esto es justamente lo que hace
que el alimento se mantenga en condiciones por más tiempo.
Pensar en alimentos congelados no significa solamente tener en cuenta las pizzas
o los helados. Las verduras y frutas son
alimentos nutritivos y sanos que por
debajo de los -18ºC no pierden sus propiedades y se cocinan rápidamente una vez
son expuestos a la temperatura natural.
Cualquier bacteria que se haya colado
durante el proceso de desinfección es destruida lo cual no implica riesgo alguno
en el momento del consumo.
Una de las ventajas más destacadas, más allá de ser
alimentos que duran por más tiempo es que se evita el problema de los alimentos
de temporada, ya que se pueden adquirir en la estación que aparecen, luego
congelar y poder disfrutar en cualquier época del año.
Otro de los beneficios es
económico ya que se desperdicia gran parte de los alimentos que se compran
frescos, como es el caso del pescado.
En limpiarlo es posible que se elimine
hasta un 30 por ciento del producto. Mientras que si se adquiere ya congelado se
prescindirá de las espinas y demás sobras que no se comen.
La comodidad y el
ahorro de tiempo son ventajas indudables que en estos tiempos se agradecen
mucho. El no tener que invertir tiempo en la preparación es también otro dato
importante a valorar.
En la actualidad hay cada vez más productos que se pueden adquirir ya congelados
como por ejemplo arroz, verduras, frutas, lasañas, espaguetis, salsas y todo
tipo de carnes.
Mitos sobre los alimentos congelados:
·
Al congelarse pierden sus propiedades
·
Los alimentos congelados duran para siempre
·
No tienen el mismo sabor que los productos frescos
·
Se utilizan conservantes y químicos para que puedan conservarse
Cuidados que hay que tener:
·
Es conveniente adquirir los productos ya congelados desde el momento de su
compra. Que estén congelados no implica que sean eternos. Cada envase tiene su
fecha de caducidad que debe ser respetada.
·
Es importante no volver a congelar un alimento que ha sido previamente privado
de frío ya que perderá su sabor, propiedades y composición.
·
Muchos de los productos congelados pueden ser cocidos sin espera, pero no todos
admiten esta posibilidad. Hay que leer bien las instrucciones de los fabricantes
para no cometer errores durante el proceso de descongelación.
·
Aunque el congelador sea de cuatro estrellas, no es aconsejable mantener
alimentos guardados que superen los 12 meses desde el momento de la compra.
·
El pescado y el cordero pueden durar sin problemas durante seis meses mientras
que las frutas, verduras y el resto de carnes pueden permanecer sin resentirse
un año entero.
·
Si se desea congelar zumos o caldos no se deben llenar los recipientes hasta el
tope ya que los líquidos se expanden cuando se congelan.
·
Antes de comprar un alimento congelado, se debe comprobar que están ubicados en
una góndola especial a -15ºC. Los envases elegidos deben estar limpios y secos.
Prescindir de aquellos con escarcha o húmedos ya que estas características
estarían denotando la pérdida de la cadena de frío. Una buena idea es comprar
estos productos al final de todo y guardarlos en bolsas isotérmicas para que
mantengan la temperatura hasta llegar al hogar.
·
El producto que ya esté descongelado tiene que ser consumido con rapidez ya que
está más expuesta a las bacterias que los alimentos frescos.
·
Las carnes que se congelen deben guardarse limpias, sin espinas y deshuesadas.
·
Los panes y demás productos de bollería se pueden congelar sin problemas. Hay
que hacerlo cuando estén tiernos y deben envolverse en papel transparente. En el
momento de descongelar, debe hacerse a temperatura ambiente.
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