Reformar la propiedad es estimulante, pero también una responsabilidad muy
grande. Si no se tiene experiencia, lo más adecuado es pedir asesoramiento.
Algunos de los aspectos a tener en cuenta tienen que ver con la temperatura que
se concentra en el hogar.
Los muros que dan al exterior es conveniente no tocarlos ya que si se eliminan
capas lo que se logrará es pérdida de aislación térmica. Se ganará espacio, pero
no será cómodo estar en una casa que no permite concentrar calor en invierno y
fresco en verano. Los tabiques deben ser respetados.
Nunca hay que quitar alguno por más que su presencia resulte inútil y si se
quiere eliminar lo mejor es consultar a un experto antes de tomar una decisión
que puede ser equivocada y que traerá dificultades a la estructura.
Si la reforma constará de modificar la instalación eléctrica hay que tener
cuidado con la colocación de enchufes o aparatos electrodomésticos. Si no se
sabe bien lo que se está haciendo se puede generar una sobrecarga en el sistema
o lo que es peor, poner en riesgo la propia vida.
Algunas reformas requieren de una licencia especial que la otorga el municipio
correspondiente. El permiso necesario lo puede otorgar el municipio y las obras
importantes deben estar respaldadas por el trabajo de un arquitecto o ingeniero.
Los cambios que necesitan ser autorizados son derribo de tabiques, cambios de
ventana, instalación de piscina o construcción de un muro. Si la reforma va a
estar a cargo de un profesional, es mejor solicitar varios presupuestos y
tomarse el tiempo necesario para tomar la mejor de las decisiones.
Aunque el dinero sea un factor muy importante, los costos que son demasiado
bajos son para sospechar. Hay que exigir el costo total con los impuestos y los
extras incluidos.
Si el presupuesto está desglosado mucho mejor para poder entenderlo en su
totalidad. Se debe exigir un plazo de finalización de obra y que la promesa
quede por escrito. Es importante que la obra esté debidamente vigilada.
Es conveniente no dejar a los obreros en soledad por más confianza que se les
tenga. Si surge alguna duda, será más fácil consultar en el momento y no dejar
temas pendientes que luego son difíciles de retomar por parte de los empleados.
Siempre es mejor supervisar el trabajo para que se haga bien la primera vez.
Si las refacciones necesarias se deben hacer en el baño o en la cocina hay que
pensar en llevarlas a cabo durante el período de vacaciones o es conveniente
realizarlas si se tiene otro lugar donde poder alojarse ya que son sitios
indispensables y de uso diario.
Es fundamental establecer prioridades. Puede ser posible que no se puedan
realizar todas las reformas deseadas de una vez. Es conveniente ir paso a paso y
analizar qué parte de la vivienda necesita más refacciones y por qué.
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