Hay diferentes fajas que cumplen con funciones distintas. Cuáles son las particularidades de cada una:
1.- Aquellas que son lipo reductoras se encargan de realzar el pecho, corregir la postura, moldear la cintura, levantar los glúteos y reducir la grasa de la espalda.
2.- Las modeladoras se encargan de estilizar la silueta y se pueden utilizar con prendas muy ceñidas al cuerpo ya que al tacto y a la vista son imperceptibles.
3.- Las que son ideales para el postparto se encargan de levantar los glúteos y el busto. Reducen el abdomen y la grasa que se acumula en la cintura y en la espalda. Hay modelos que vienen con un cierre delantero en caso de que se haya tenido una cesárea.
4.- Las post quirúrgicas ayudan a perder peso, reduciendo espalda, estómago y cintura. Contribuye a minimizar las hemorragias, disminuyen la inflamación y reducen los hematomas. Ayuda a mantener los injertos en su correcta posición, acomoda y define los tejidos.
Cómo elegir una faja
Todas las fajas pueden utilizarse con cualquier tipo de sujetador. La parte de abajo se encuentra de manera independiente para que no haya problemas a la hora de ir al lavabo.
Los cierres suelen ser invisibles para que estéticamente la prenda luzca lo mejor posible y son altamente seguros para evitar aperturas indeseadas. Las terminaciones son suaves para que no irriten la piel y la tela es muy flexible para poder moverse con total tranquilidad.
Los modelos pueden ser hasta la rodilla o más cortos, dependiendo de las necesidades de cada persona. Se amoldan muy bien a cada cuerpo y hay muy buena variedad de tallas para todo tipo de silueta.
Se pueden utilizar de manera diaria o solamente en determinados momentos, según indicación médica.
Cómo usar una faja
Es fundamental que un especialista recete la faja adecuada y el talle indicado ya que no puede quedar muy ceñida para no impedir el flujo sanguíneo ni suelta para que no se pueda cumplir el objetivo.
Si existe enrojecimiento o hinchazón en algunas partes, lo más indicado es suspender el producto y acudir a un especialista que pueda dictaminar si se está dando un mal uso a la prenda. El tiempo recomendado es de seis a ocho horas al día.
Antes de adquirir la faja hay que fijarse muy bien no solamente en la talla sino en el tejido de la microfibra, la calidad de los tirantes y las costuras deben ser de buena calidad para impedir las roturas.
En cuanto al cuidado, la faja se debe lavar a mano con agua tibia y jabón líquido. Secarla bajo la sombra y no debe plancharse para que no se pierda el efecto compresor.
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