¿Mejor solo que mal acompañado?

¿Cuáles son los motivos que llevan a una persona a establecer un vínculo con otra persona que no satisface las expectativas y por el que no se siente ningún sentimiento afectivo?


La soledad puede llegar a ser muy perturbadora para quienes nunca han sabido
convivir con ella de un modo ameno. “No es nada extraño que haya individuos
que pasen de una relación a otra sin el más mínimo problema.

Lo importante para estas personas no es lo que se sienta por el otro, sino
espantar ese fantasma capaz de causar tantos problemas y desórdenes”
,
comenta la socióloga española Amparo Constanzo Díez.


Lo cierto, es que cada uno es responsable de sus decisiones y elecciones.Una
persona tiene que poder estar a solas para determinar qué quiere y qué no desea
en su vida.

Desde pequeños nos dicen que hay que estar rodeado de gentes y nuestro grado
de sociabilidad se mide por la cantidad de individuos que tenemos al lado, pero
esto es una gran mentira.

Podemos estar rodeados de gente desconocida y no importa si son amigos o
familiares. Que tengamos un entorno social nutrido no nos hace más sociables o
más ermitaños si vivimos con poco contacto social exterior.

Hay que cambiar el enfoque de las cosas y de la supuesta realidad y sus
verdades. Lo que importa en definitiva es cómo nos sentimos por dentro cuando
estamos con determinadas personas.

El ser humano necesita de la gente, pero también de la soledad bien entendida
que invita al análisis, a la sanación de problemas internos y al encuentro más
importante de todos que es aquel que lo tiene a uno mismo como protagonista.

Hay que animarse a estar con uno mismo sin nadie más, practicar este
encuentro y reflexionar cómo nos sentimos
”, revela la especialista.


Estar con una persona que no aporta, suma o complementa es estar manteniendo una
relación en vano. “Nada peor que estar en pareja y sentirse a solas. Muchos
individuos prefieren saltar de vínculo en vínculo para evitar estar solos
consigo.

Intentar eliminar de sus vidas cualquier situación que los enfrente con la
realidad de la soledad, pero es imposible y tarde o temprano ocurre lo
inevitable y lo que para ellos es una grave dificultad
”, sostiene la
profesional.


Claves para reencontrarse con uno mismo:


1.- Concederse tiempo: “las personas que no toleran la soledad, suelen tener
una agenda cargada de compromisos. Salidas con amigos, parejas o familiares. Si
viven solos, nunca están en casa ya que intentan evitar el silencio y los
momentos de ocio son instantes que despiertan mucha angustia.

Hay que intentar hacer un hueco en la agenda donde se destaque un tiempo para
la introspección. Se puede empezar con un tiempo reducido para ir aumentando los
minutos. La idea es sentirse cómodo con la presencia de uno y poder descubrirse
”,
aconseja la socióloga.


2.- Salir, sí, pero con uno: hacer paseos o actividades que sean de agrado y que
se puedan realizar en soledad. Poco a poco es importante ir aceptándose y
conociéndose mediante las tareas que generan satisfacción y que no dependen de
otra persona para sentir plenitud y placer.


3.- Potenciar la autoestima: “no se necesita a nadie para sentirse completo.
Si uno está bien, podrá ser útil para los demás. La sensación de dependencia que
genera la soledad no es nada recomendable ya que es imposible que una persona
esté constantemente rodeada de gente. Hay que poder conseguir sentirse y moverse
bien en ambos ámbitos, el colectivo y el individual
”, finaliza diciendo la
española.

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