¡Las ansiadas vacaciones han llegado! Disponemos de muy pocos días para realizar
todo aquello que estuvimos planeando durante el año. Necesitamos recargar
energías, descansar y pasar un tiempo con nuestra pareja, pero las dudas surgen:
¿podremos lograr una
convivencia armoniosa y unir los deseos de ambos? ¿Cuál es
la clave para no discutir y llevarse lo mejor posible?
Cada uno de los integrantes de la pareja posee su propio deseo y su filosofía
personal sobre lo que debe ser un buen descanso en vacaciones.
A su vez, cada
uno evoca sus propias experiencias vividas anteriormente, ya sea con su familia,
amigos o parejas anteriores. No basta con un paisaje paradisíaco o un lujoso
hotel para que todo resulte satisfactorio.
Algunas recomendaciones para
que las vacaciones en pareja
no se conviertan
en un infierno:
1.- Es muy común que estos días sean los primeros de convivencia para la pareja.
De esta manera cada integrante del vínculo amoroso pasa abruptamente de dormir
cada uno en su casa, a compartir veinte cuatro horas durante una semana o quince
días.
Esta es en ocasiones la mayor desventaja: no disponer de un tiempo para nosotros
mismos y dedicarnos a entender y aceptar sin anestesia los hábitos del
compañero.
Aquí estaríamos frente a una de las primeras pruebas de fuego. Surge el tema del
pudor: si ronco de noche, qué cara tengo por la mañana o si no se es muy
atenta/o con los detalles pequeños como usar mucho tiempo el baño o la ducha.
Los mínimos hábitos cotidianos como la alimentación, desde el desayuno hasta la
cena, el orden de nuestras cosas, la higiene, los horarios para levantarse y
acostarse, son materia de exposición y que deben negociarse constantemente.
2.-La época de descanso es parte de la vida y para que la convivencia resulte
armoniosa y amorosa es conveniente que cada uno se fije y ordene sus conductas.
¿De qué manera? Admitiendo las diferencias personales y no impidiendo que cada
uno lleve adelante “su programa” siempre y cuando haya una buena calidad de
tiempo compartido en pareja. No hay nada más frustrante que no poder hacer lo
que tenemos ganas o nos da placer.
3.- Las vacaciones son una buena ocasión para fomentar el diálogo postergado y
actuar con buena predisposición para desactivar conflictos si es que los
hubiera.
Tener unas buenas vacaciones no es consecuencia del azar, sino de la preparación
a conciencia y de una buena planificación.
Recomendaciones de especialistas para lograr el éxito en las
primeras vacaciones en pareja
1.- No idealizar esta etapa. Cada uno llevará consigo sus vicios, costumbres y
preferencias, por lo tanto no hay que pensar que estos días serán paradisíacos.
2.- No es conveniente planificar obligaciones para realizar todo de manera
maratónica. Se terminará agobiado. “Perder el tiempo” es una manera de ganarlo
en compañía y fortalecer el vínculo.
3.- Contar con espacios propios es fundamental. No está nada mal realizar
actividades en soledad. Leer un libro deseado, pasear o caminar un rato o
tomarse un respiro a solas con sus pensamientos.
4.- El buen humor hace que las diferencias sean asumidas con complicidad y
fortalecerá el vínculo. Sostener una actitud positiva, generosa y conciliadora
puede ayudar en momentos de tensión. La buena predisposición es contagiosa y
resulta muy relajante.
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