Las
modificaciones laborales no solamente son para los empleados. Despidos,
reestructuraciones y reorganización de personal son medidas que hoy en día son
muy frecuentes. Que un jefe ocupe el puesto de otro tampoco es de extrañar y si
esto ocurre, como trabajador hay que estar prevenido.
“No es fácil cambiar el chip de un día para el otro. Mucho más si se llevan
años trabajando bajo el mando de una misma persona. Uno va adquiriendo sus
hábitos y su manera de trabajar y de repente, viene otra persona y todo lo
cambia, lo hace a su manera y encima exige resultados a corto plazo”,
explica Enrique Sánchez Pardo, empleado de una compañía de automóviles en
España.
Enfrentarse a un
grupo nuevo de trabajo
tampoco es fácil. “Un encargado
también debe acostumbrarse al cambio y ser lo suficientemente coherente y
discreto para hacer una transición efectiva.
Lo importante en todo caso es mantener una actitud de respeto y de buena
disposición”, sostiene el encargado de una cadena de supermercados en
Barcelona, España, Iván Vancells Soldevilla.
Qué
hacer cuando llega un nuevo jefe
1.- Un buen jefe es aquel que mantiene todo aquello que esté funcionando bien en
la empresa a la que se incorpora y solamente modifica los aspectos vulnerables.
2.- Para que esta nueva relación prospere debe existir cooperación. Las tareas
deben cumplirse de igual modo, los tiempos deben ser respetados. Es importante
que el nuevo superior a cargo sienta el apoyo de los empleados. Es un ida y
vuelta de buena predisposición lo que se necesita para que la relación funcione
de la mejor manera posible.
3.- La tolerancia es otro factor a considerar. Un nuevo jefe puede pedir el
ejercer labores que hasta el momento no se habían llevado a cabo como por
ejemplo entrega de documentos, reuniones pautadas diariamente o cualquier otra
tarea que se debe cumplir de la mejor manera posible. Al principio costará
acostumbrarse, pero es fundamental que ambas partes demuestren y reflejen
paciencia el uno con el otro.
4.- La proactividad es una virtud que siempre está bien vista. Una persona nueva
a cargo inspira un aire de renovación. Hay que aprovechar esta situación en
beneficio propio y de la empresa.
Tomar la iniciativa y sugerir ideas que mejoren el rendimiento y el trabajo en
equipo es la mejor manera de transformar para bien el ambiente laboral. Un gran
cambio como este otorga la alternativa de demostrar las habilidades.
5.- La concentración debe agudizarse más que nunca. Colocar la debida atención
en el momento preciso será la diferencia entre la eficacia y los malos
resultados. Hay que aprender a escucharse muy bien ya que es factible que la
mayor cantidad de actos que haya que realizar se hagan de un modo distinto al de
siempre.
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