Según información suministrada por la página web chilena separadosdechile.cl,
los profesionales más
infieles son los médicos y los profesionales de la
comunicación. Se ha llegado a esta conclusión tras investigar a 1150 parejas que
se separaron a raíz de un engaño amoroso.
En el imaginario social, los profesionales más predispuestos a la infidelidad
son los médicos y los periodistas. Luego le siguen los pilotos de avión, las
azafatas, las enfermeras, las secretarias, cantantes, jugadores de fútbol y
coordinadores de viajes de estudiantes.
“Muchas profesiones facilitan esta manera de pensar. Hay trabajadores que por
su trabajo están obligados a dormir fuera del hogar como los médicos o
enfermeras.
Pasan muchas horas juntos ya que desayunan, duermen, se bañan todos en un
mismo ambiente y esto favorece y crea una fantasía que en muchos casos puede ser
cierta o no”, determina la socióloga española Montserrat Falcó i Torras.
“En las guardias pasan muchas cosas. Los médicos comparten un mismo ámbito
para dormir. Se crea una relación que va más allá de lo profesional.
No es fácil convivir con una persona que ha estado todo un día viendo
enfermos o que no ha podido hacer nada para que un paciente no muriera. Son
situaciones extremas que solamente puede entender un colega.
Entre nosotros nos contamos los casos, nos apoyamos, nos brindamos
comprensión y en algunas oportunidades es difícil no dejarse llevar por la
vulnerabilidad de una situación”, determina Josefina Pino, una residente de
quinto año de la especialidad de neurocirugía de un hospital español.
El poder como herramienta es utilizado para afianzar las
fantasías de la gente.
Un médico puede resultar sexy porque se cree que maneja dinero, lo mismo que los
futbolistas.
“No hace falta ser periodista, médico o deportista para entablar una relación
íntima con un compañero de trabajo. La oportunidad puede estar presente en
cualquier trabajo, pero el mito ayuda mucho a crear una fama por más falsa que
sea”, destaca la locutora española Cristina Isern Figueras.
Sin embargo, hay profesiones que resultan muy seductoras. “Que la pareja de
uno sea un médico o un periodista resulta seductor. Son profesiones que en
general son bien remuneradas y que siempre han sido bien vistas socialmente.
Este aspecto influye y puede actuar como disparador de un problema existente
si se está atravesando un momento de debilidad emocional. La infidelidad puede
ocurrir solamente si se está desestabilizado y atravesando un período de
turbulencia afectiva”, determina la socióloga.
Más allá de la influencia del entorno y de las fantasías populares, “si uno
está bien con la pareja que tiene, no hay muchos factores externos que puedan
desestabilizar la relación.
Oportunidades para ser infiel hay de sobra, todos los días y no solamente en
los ámbitos de trabajo, y es uno el que marca la diferencia. Un individuo
estable emocionalmente no tendrá por qué dejarse llevar por tentaciones
momentáneas”, argumenta la socióloga
Natalia Fernández, autora del
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