Amigos en el trabajo

¿Hacer amigos en el trabajo es bueno o es malo? ¿mejora o dificulta el rendimiento? ¿Es conveniente separar la vida persona de la profesional o ambas pueden complementarse?

Hacer
amigos en el sitio de trabajo es habitual, mucho más si se tiene en cuenta la
cantidad de horas que se le dedica a una profesión y la falta de tiempo libre
para disfrutar del ocio.

“Relacionarse con los compañeros es inevitable y es normal y frecuente que
entre algunos nazca una amistad que no tiene por qué dañar la
efectividad del
trabajo.

No podemos prohibirle a un empleado que se lleve bien con un colega con el
que comparte ocho o más horas de trabajo y tampoco somos quiénes para decirles
que no salgan a divertirse una vez extinguida la jornada laboral.

Uno de los objetivos de toda empresa debería ser el
potenciar las relaciones
y el compañerismo ya que es la única manera de que ambas partes se vean
beneficiadas
”, comenta la Licenciada en Recursos Humanos, la española
Cristina Izquierdo Díez.


Sin embargo, hay quienes opinan que demasiado afecto entre los empleados puede
ser contraproducente. “Creo que es necesario mantener una distancia
apropiada, pero eso no significa que haya que comportarse como una máquina,
fichar al comienzo de la jornada y fichar al irse.

Cada uno debería tener la libertad y el criterio para saber poner límites y
no descuidar las labores que a cada uno le competen. Un trabajo no es un club
social, pero tampoco es un sitio propicio para sentirse aislado.

La única manera de conseguir resultados es el trabajo en equipo. El primer
paso para conseguir esto es mantener una buena relación. Si luego, surgen
afinidades entre los integrantes del equipo, como personal de recursos humanos
no lo veo mal, al contrario me parece natural que una persona se acerque a
quienes considere que son más afines y con las que se comparten pensamientos y
estilos de vida similares
”, destaca la profesional.


Algunas sugerencias para mantener una amistad en el trabajo:


1.- Es importante que cada empleado tenga una actitud profesional y madura.
“Hay que evitar el defender a otro trabajador por el simple hecho de ser amigos,
también hay que cuidar mucho los comentarios personales o laborales que se hacen
en general con respecto a terceros y sobre todo, no inmiscuirse en algunos
asuntos cuando no hay competencia para asumir ningún rol.

En definitiva, es fundamental que cada uno se mantenga en su sitio con
madurez y que llegado el momento cada quien sea capaz de dar una opinión
objetiva de los sucesos, siempre y cuando ésta sea solicitada
”, aconseja la
experta.


La discreción es fundamental ya que las relaciones que florecen en el ámbito
profesional tienen que ser manejadas con mucho más cuidado que las que pueden
nacer en cualquier otro ámbito.


Es preciso nunca mezclar los tantos y respetar la intimidad del otro.


2.- Antes de entablar una amistad con un compañero de trabajo, hay que conocerlo
muy bien. “Las personas que son muy confiadas rápidamente sienten que tienen
muchos amigos, pero hay que saber distinguir entre un buen compañero y un amigo.

Es bueno saber en quién confiar realmente y a quién contarle determinados
detalles ya que tener amigos es muy bonito, pero si la confianza se deposita
erróneamente en alguien, puede llegar a ser contraproducente para uno, e
incluso, puede llegar a amenazar la fuente de trabajo
”, destaca la
especialista.


Anímicamente, una persona que se sienta querida y que pueda compartir desde otro
lugar momentos o circunstancias con sus amigos del trabajo, tendrá una actitud
laboral más positiva.

“La experiencia me indica que alguien que dentro de su trabajo tiene
compañeros agradables, es aceptado por sus pares y tiene la posibilidad de hacer
amigos, realiza sus actividades con mayor entusiasmo y motivación
”, finaliza
aclarando la Licenciada Izquierdo.


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